Hay dos tratamientos para este síndrome:
1 - Para evitar un parto
prematuro se elimina la abundancia del líquido amniótico. No soluciona el
problema porque el bebé donante continúa bombeando sangre a su hermano pero sí
que es un tratamiento de síntomas. El tratamiento se suele repetir varias veces
hasta la semana 28, que es cuando los bebés ya son viables. Se ha observado en niños,
en los que se ha hecho este tratamiento, problemas neurológicos y de conducta.
2 - Se hace una operación prenatal.
Con anestesia local introducen en el estómago, a través de un corte, un tubo de
unos 2mm por donde se mete un micro cámara, un foco de luz y rayos láser. Este
método se parece al de la laparoscopia. La intervención consiste en cauterizar
(quemar un tejido orgánico) las conexiones, casi siempre son de arteria a vena,
aunque también se produce con frecuencia de arteria a arteria pero pocas de
vena a vena. Una vez cauterizadas las conexiones cada embrión tiene su torrente
sanguíneo independiente. Pero en este tratamiento han riesgos como un
nacimiento prematuro y que el bebé pequeño muera. Esto puede darse cuando la
división de la placenta era desigual (uno dispone de una gran parte y el otro
de una mínima) para que el embrión se alimentaba de la transfusión que recibía
de su hermano gemelo, entonces cuando deja de existir la conexión del embrión
muere. Cuando no se interviene, un 20 % de los embriones sobreviven.