Anatomia prostatica

El embrión del sexo masculino, a los tres meses presenta unas evaginaciones del epitelio uretral que darán lugar a la formación de unos tubos glandulares precursores de la glándula prostática. Estos tubos se agrupan en lóbulos. En la última etapa de la vida fetal observan 5 lóbulos: anterior, posterior, medio y dos laterales. El lóbulo anterior desaparecerá casi por completo después del nacimiento. No obstante en la próstata del adulto no se podrá diferenciar estos lóbulos macroscópicamente, por el íntimo contacto entre ellos.
 
La próstata, en el adulto, es un órgano sólido del tamaño de una castaña, de 25 a 45 cm3 para ecografía o tomografía axial computerizada. La zona de transición que es la que rodea la uretra prostática, y donde se produce especialmente la hiperplasia benigna, supone un 5% del tejido glandular. La zona central ocupa de un 15 a un 20% de la glándula y se sitúa rodeando los conductos espermáticos desde la base de la próstata hasta el "Vero montanum ". La región que se palpa en el tacto digital es la zona periférica.
 
Esta rodea la zona central y constituye un 70% del tejido glandular y es donde se localizan con más frecuencia las neoplasias. Las glándulas periuretrales están rodeadas por el esfínter proximal. En la superficie anterior de la próstata hay un estroma fibromuscular. Así se podría decir que la próstata presenta una parte interna o zona de transición, una externa constituida por las regiones central y periférica, rodeada por delante para estroma fibromuscular y posteriormente por una cápsula. Las estructuras anatómicas que forman los límites a nivel de la base o polo superior son la pared muscular de la vejiga y el estroma de las vesículas seminales y central en ellas los conductos deferentes.
 
Mientras que anterior a ella encontramos el plexo venoso de Santorini, el ligamento pubo-prostático y la sínfisis del pubis. Por detrás de la glándula prostática se localiza la fascia recto-vesical o Denonvilliers, la implantación de las vesículas seminales y el recto. Lateral a la próstata se localiza el ligamento pubo-prostático lateral, los plexos venosos periprostàtics, que drenan en las venas ilíacas internas y el plexo venoso presacro, con el correspondiente drenaje linfático (ganglios obturadores) y la musculatura pélvica (músculos pubo-rectal o elevador del ano y externamente el músculo obturador). En el ápice prostático o polo inferior se encuentra el músculo esfinteriano de la uretra o diafragma urogenital, las glándulas bulbouretrales de Cowper y el fin del cuerpo esponjoso del pene o bulbo.
 
La unidad funcional es el acinus glandular, formado por células epiteliales y estroma. Dentro del grupo epitelial incluyen las células epiteliales secretoras, que son las más frecuentes, células epiteliales basales, células neuroendocrinas y también macrófagos y linfocitos. Las células secretoras tienen receptores androgénicos de membrana y son andrógeno dependiente. Además, secretan antígeno prostático específico (PSA) y fosfatasa ácida prostática (PAP). La bajada de los niveles de andrógenos conlleva una involución de estas células desencadenante los mecanismos de muerte celular programada. Las células basales constituyen la célula madre de las epiteliales, pero éstas no tienen receptores para andrógenos y no involucionar con la bajada de los niveles de aquests1. Para diferenciar las células epiteliales de las basales se utilizan las citoceratines, proteínas estructurales intracelulares. Las últimas tienen citoceratina 14, mientras que las primeras sintetizan la 18.Las células neuroendocrinas no tienen receptores para andrógenos y secretan serotonina y otras aminas como la cromogranina A y la enolasa neuroespecífica que podrían tener una acción paracrina sobre la glándula. Entre los compartimentos epitelial y estromal está la membrana basal, formada por matriz extracelular. El balance entre proliferación y muerte celular está regulado por el nivel de andrógenos, testosterona básicamente. A nivel estromal, la testosterona se convertida en alfadihidrotestosterona por la alfa-5-reductasa, y será ésta formando un complejo intracelular con el receptor que interactuará posteriormente con secuencias específicas del DNA. La expresión de estos genes regulará el proceso de proliferación y muerte celulares y también de la diferenciación de fenotipo epitelial.
 
Los fibroblastos estromales y las células musculares no presentan la misma forma de regulación delcrecimiento ni de muerte que las epiteliales. Pero aunque no dependen de los andrógenos, si parece que la conversión de la testosterona en DHT (dihidrotestosterona) tiene lugar en los fibroblastos estromales produciendo una estimulación de factores de crecimiento que influenciarán las células estromales y difundirán a través de la membrana basal por unirse a receptores de membrana de las células epiteliales secretoras. Esta interacción paracrina entre células será esencial para la regulación del número y función de los diferentes tipos celulares.