Quimioprofilaxis secundaria con isoniacida



Numerosos estudios controlados han demostrado que el tratamiento con H en individuos con infección tuberculosa latente reduce de forma importante el número de los que desarrollan la enfermedad.

En estos estudios se ha comparado el número de enfermos que a lo largo de un prolongado seguimiento aparecían entre los que habían seguido tratamiento con H y entre los que recibieron placebo. Se observó que la reducción de la morbilidad tuberculosa tenía una relación directa con el tiempo establecido de tratamiento y la proporción de las dosis de H prescritas para ese tiempo que tomó el infectado. Los mejores resultados se obtener cuando el infectado tomó más del 70% -80% de las dosis prescritas para 12 meses, con una reducción de morbilidad, respecto a la observada en el grupo placebo, que alcanzó el 93%. Con una proporción de dosis del 80% pero con una duración de 6 meses, la reducción, del 69%, fue significativamente inferior. (14)

En el caso de 3 meses de duración, además de ser la reducción de morbilidad inferior a las anteriores, la aparición de enfermos a lo largo del seguimiento presentó una tendencia ascendente, como si lo que se hubiera alcanzado con esta duración del tratamiento hubiera sido no una reducción de la enfermedad, sino un retraso en su desarrollo.

Se acepta que la H evita que el infectado enferme porque elimina o reduce de tal manera su población bacteriana que llega a ser controlada por sus mecanismos de defensa. Cuando la cantidad de H no es la suficiente, la reducción de la población bacilar tampoco lo es. La larga duración del tratamiento del infectado con H se ha atribuido a que esta droga actúa especialmente sobre el MT cuando tiene una reactivación de su metabolismo, lo que puede suceder ocasionalmente a lo largo del tiempo en la población bacilar del infectado no enfermo, por eso se debe mantener la administración de H durante el tiempo y con la cantidad suficiente para eliminar o reducir significativamente la población bacteriana.

El número de dosis de H y el tiempo de su administración que los estudios controlados han mostrado óptimos son los correspondientes a 270 dosis administradas en régimen diario de 9 a 12 meses, y es innecesario un mayor número de dosis. Esta pauta también se ha mostrado eficaz si en lugar de administrarse la H cada día se hace de forma intermitente bisemanal, en cuyo caso el H debe darse en la dosis adecuada y es la pauta más factible cuando se hace en TOD,