Las caidas y la actividad fisica


Este es un aspecto que representa uno de los problemas más importantes entre las personas mayores. Las caídas menudo comportan lesiones graves para la persona, generan dependencia e incluso son causa de muerte.

Otro factor que condiciona de manera considerable la actividad y la independencia de las personas, es el miedo a caer que se traduce en una pérdida de confianza en sí mismo, en aislamiento social y, a veces, en más caídas.
Es por estas razones que las caídas son motivo de preocupación tanto para los propias personas mayores, como para los profesionales y los investigadores. Una muestra de ello es la red europea para la prevención de las caídas financiada por la Comisión Europea y denominada ProFaNe (Prevention of Falls Network Europe). Este grupo inició su actividad en 2003 y se propone promover prácticas adecuadas en las intervenciones que reducen las
caídas, compartir y avanzar en los conocimientos relativos a las caídas de las personas mayores. A partir de cuatro grupos de trabajo "abordan los diferentes aspectos clave en las áreas de diseño de ensayos clínicos, evaluación del riesgo en diferentes contextos y evaluación del miedo a las caídas".

Todo ello con el fin de unificar esfuerzos, criterios y avanzar, tanto a nivel de investigación como a nivel de práctica asistencial, en todo lo referente a la prevención de las caídas en toda Europa. El hecho de caer puede ser debido a factores ambientales (suelo, escaleras, iluminación ...),

A problemas médicos (trastorno del equilibrio y la marcha, cardiopatía, hipotensión ortostática, deficiencias en los órganos de los sentidos ...), o también al consumo de diversos medicamentos (polifarmacia). Además, pueden ser accidentales y puntuales o bien un indicador de otros problemas de salud, sobre todo si se repiten.
La prevención parte de la modificación de estos factores potencialmente responsables de las caída. Es en este punto donde la actividad física tiene su parte de responsabilidad porque es un buen recurso para trabajar y potenciar las capacidades ligadas al mantenimiento de una postura correcta, equilibrada y estable.

El ejercicio no sólo tiene efectos positivos a nivel del equilibrio, la coordinación, la percepción del propio cuerpo, la movilidad articular o la fuerza-que son imprescindibles para no caer-sino que también tiene efectos que contrarrestan la pérdida de masa ósea (osteopenia) ligada al proceso de envejecimiento ya la inactividad, reduciendo de esta manera el riesgo de fractura y mejorando el conocimiento y la confianza en uno mismo.

La relación entre la actividad física y la reducción de las caídas es aún dudosa. Por un lado hay estudios que demuestran que con el ejercicio-también los programas que se basan en caminar-se mejoran factores como el equilibrio, la fuerza o la movilidad, incidiendo positivamente y de forma general en la prevención de caídas.

Por la otra, algunas investigaciones y revisiones de estudios sugieren que aún no se puede asegurar que los programas de ejercicio sean efectivos en este aspecto, son necesarios más estudios, con muestras más amplias y que definan más claramente el tipo de ejercicio y la intensidad de trabajo.

Finalmente también hay que destacar los estudios que en los últimos años se han hecho para ver si la práctica del Tai Chi tiene una incidencia directa. Parece que la práctica de esta técnica de origen oriental mejora el equilibrio, pero también hay contradicciones sobre su efectividad en la reducción de las caídas. Pero sí que coinciden los autores en que son necesarios más estudios que unifiquen medidas, tipos de participantes y modalidad de Tai Chi que se practica, para poder sacar conclusiones más consistentes.