La mayoría de los chicos adolescentes experimenta tristeza de vez en cuando, a menudo en relación con situaciones y dificultades propias de la edad, pero en algunos de ellos estos sentimientos aparecen sin que haya un motivo aparente, o bien persisten en el tiempo y se acompañan de otros síntomas que provocan malestar y dificultades a todos los niveles.
Es el caso de los adolescentes que sufren una depresión. La depresión afecta más allá del estado de ánimo, su capacidad para pensar, aprender, desarrollarse socialmente y académicamente. Si el / la tuyo / a? Alumno / a tiene una depresión, además de cumplir con la medicación prescrita por el médico, en su caso, y con el tratamiento psicoterapéutico propuesto, tú también puedes ayudar, siguiendo estas sencillas recomendaciones:
Planifica las tareas escolares de los alumnos de forma gradual, una a una, empezando por las más fáciles y siempre que sea previsible que obtenga un buen resultado. No le propongas más cosas de las que son razonables en el momento actual.
Propone darle una rutina regular de las cosas que hacer, paso a paso, ayudándolo si es necesario en las tareas que realiza y felicitarlo a menudo. Evita que esté sentado / da sin hacer nada, pero respeta que su ritmo de trabajo sea más lento.
No seas muy exigente con él / ella.
Felicítalo por su actitud, más que los resultados de su trabajo o actividades realizadas.
Motiva a asistir a la escuela, aunque no tenga ganas, porque la escuela puede ayudar a estar más activo / a física y psicológicamente. Los compañeros de clase también pueden ser una fuente de gratificación para el alumno / a.
Propón darle un horario escolar adaptado, en su caso, y un sistema de evaluación alternativo, si es posible, porque quizás le será más fácil mantener la concentración y el rendimiento a lo largo de toda la jornada.
Explica al grupo clase como pueden ayudarlo, como pueden apoyarle, como pueden ayudar a sentirse mejor, pero evita dar información innecesaria de su estado psicológico que, aparte de ser poco útil para los alumnos, puede ser recibido negativamente por él / ella.
Anímales / a practicar alguna actividad física diariamente (caminar, natación, bicicleta, fútbol, etc.) para poco rato que sea, porque la actividad regular contribuirá a la mejora del estado de ánimo.
Si eres tutor muéstrale tu disponibilidad para ayudarlo en todo lo que tiene que ver con la escuela; dedica parte de tu tiempo a hablar con él, especialmente en los momentos de mayor desánimo, escúchalo y hazle propuestas concretas que lo hagan sentir mejor en la escuela.
Ayúdale / a reconocer las fuentes de estrés escolar y a encontrar la forma más apropiada para afrontarlas. Quizás será necesaria tu participación en la solución de algunos de los problemas que preocupan al alumno / a.
Ayúdale / a reconocer las fuentes de estrés escolar y a encontrar la forma más apropiada para afrontarlas. Quizás será necesaria tu participación en la solución de algunos de los problemas que preocupan al alumno / a.
Recuerda que la depresión es una enfermedad como cualquier otra, que necesita un tratamiento médico y / o psicológico específico. La escuela es una parte importante en la mejora del / de la niño / a.
Sé positivo / a con él / ella en todo momento y solicita asesoramiento a los profesionales sanitarios que le atienden siempre que necesites.
FUENTE:
Guía
farmacoterapéutica de la depresión en niños y adolescentes GTS Vallès Occidental Este