La mayoría de los / las chicos / as experimentan tristeza de vez en cuando, a menudo en relación con situaciones y dificultades propias de la edad, pero en algunos de ellos estos sentimientos aparecen sin que haya un motivo aparente o persisten en el tiempo y acompañan de otros síntomas que provocan malestar y dificultades a todos los niveles. Es el caso de los adolescentes que sufren una depresión. La depresión afecta más allá de el estado de ánimo, su capacidad para pensar, aprender, desarrollarse socialmente y académicamente.
Si tu / tu hijo / a tiene una depresión, además de cumplir con la medicación prescrita por médico, en su caso, y con el tratamiento psicoterapéutico propuesto, tú también el / la puedes ayudar siguiendo estas sencillas recomendaciones:
Planifique el día juntos haciendo un listado con 3 o 4 actividades a realizar durante el día, que sean asumibles por tu hijo / a en el momento actual. Tenga el listado a la vista y no le proponga más cosas de las que no son razonables.
Proponéis darle una hora de levantarse y una rutina regular de las cosas que hacer, paso a paso, ajudant-lo/la, si es necesario, y felicítalo a menudo. Evite que esté acostado / da o sentado / da todo el día.
Asegúrese de que recibe una buena alimentación y que toma la medicación correctamente, en su caso.No seáis muy exigente con él / ella.
Felicítelo por su actitud, más que paso por los resultados del trabajo o actividades realizadas. No estéis en casa todo el día, es importante salir un rato cada día aunque tu hijo / a no tenga ganas, porque esto le ayudará a estar más activo / a física y psicológicamente.
Sus amistades también pueden salir con él, pueden ser una fuente de gratificación.
Proponéis de que no haga la siesta ni que esté acostado / da todo el día, porque es importante normalizar el horario del sueño y concentrarse a la noche.
Deje espacio para que tu hijo / a pueda practicar una actividad lúdica que le sea agradable. Si no encuentra ninguna, proponedles le que elija una de esas que sabes que antes le gustaban.
Anímelo a practicar alguna actividad física diariamente (caminar, natación, bicicleta, fútbol, etc.) , porque la actividad regular contribuirá a la mejora de su estado de ánimo.
Dedicáis parte de vuestro tiempo a estar con él / ella, especialmente en los momentos de mayor desánimo, escoltant-lo/la y al mismo tiempo ayudarlo con propuestas concretas que lo hagan sentir mejor. Al finalizar el día, identifique y diga las cosas positivas de ese día.
No se sienta culpables porque la depresión es una enfermedad como cualquier otra. Sed positivo / a con vosotros mismos, como padre o madre, porque sois una parte importante en la mejora de vuestro hijo.
FUENTE:
Guía
farmacoterapéutica de la depresión en niños y adolescentes GTS Vallès Occidental Este