El paciente deprimido puede haber perdido la esperanza de recuperarse. Además, puede presentar importantes problemas de concentración. En estos casos, el entrevistador debe dirigir mucho las preguntas hacia el área que desea explorar, y repetirla o reformularlas si es necesario, para conseguir la máxima de especificidad.
Debe transmitir al paciente desesperanzado que hay un tratamiento eficaz para su situación y que se requiere un cierto tiempo para éste resulte efectivo. El riesgo potencial de suicidio debe explorarse siempre, aunque aparentemente no exista. Deben hacerse las preguntas una vez establecido un cierto grado de comunicación con el paciente, como por ejemplo: "Piensa que en su situación sería mejor desaparecer, estar muerto?"
Al explicarse puede sentirse aliviado y disminuir la presión de la conducta suicida por sí misma. Es útil distinguir entre simples ideas pasivas de muerte y la existencia de planes suicidas o incluso de intentos recientes. La presencia de ideas estructuradas, planes específicos con mayor o menor preocupación, notas suicidas, intentos previos recientes o antecedentes familiares de suicidio aconseja la remisión urgente al especialista.
FUENTE:
Recomendaciones para la atención a los problemas
de salud mental más frecuentes en la atención primaria de salud. Servicio Catalán
de la Salud.