En este apartado se recogen artículos publicados donde se presentan instrumentos de medida de la depresión utilizables entre los 3 y 6 años o donde se discute su eficacia. Estos instrumentos permiten detectar a los niños con riesgo a presentar depresión. La mayoría no son instrumentos diagnósticos sino que actúan como detectores de la sintomatología. Por un lado hay instrumentos dirigidos a los padres como el Child Behavior Checklist CBCL (Achenbach, Edelbrock, 1983). Para algunos autores es un buen detector y se considera útil en los estudios epidemiológicos, a pesar de que tiene una capacidad limitada a la hora de hacer diagnósticos. (Bird, Camino, Gould, Rivera et al, 1987; Achenbach, Edelbrock, Howel, 1987). Otro instrumento que puede ser llenado por los padres y es específico para esta edad y temática es The general rating of Affective Symptoms for preschoolers GRASP (Kashani, Holcomb, Orvaschel, 1986).
Ha sido traducido al castellano por Araneda (1997). Este instrumento puede ir también dirigido al maestro. En estos artículos encontramos recogidos los datos estadísticos del instrumento. Se considera un buen detector de la sintomatología depresiva, en especial cuando el informador es el maestro. En nuestro país encontramos un instrumento, validado y creado específicamente para detectar sintomatología depresiva en preescolares. Presenta una versión para padres y otro dirigida a maestros.
La escala de síntomas depresivos para maestros ESDM 3-6 (Domènech-Llaberia, Araneda, cifras y Riba, en prensa), y la escala de Síntomas depresivos para padres ESDP 3-6 (Domènech, no publicado). Estos instrumentos son una gran ayuda para hacer una primera detección de los niños que presentan sintomatología depresiva importante. Hay pocos autores que se hayan dedicado a recoger información del propio niño. Martini, Strayhorn y Puig-Antich (1990) elaboraron un cuestionario específico de depresiónpara pre-escolares y dirigido a que sean ellos mismos los informadores de su estado emocional.
Es el Preschool Symptoms Self report PRESS. No encontramos estudios que la hayan aplicado en población general, si en una muestra clínica dando unos buenos resultados en la detección de sintomatología depresiva (Plan, Gras, Teixidor, Jané,Domènech-Llaberia, 1998). También podemos encontrar otros instrumentos evaluativos de los trastornos que pueden acompañar a la depresión en esta edad. (Domènech, Caceres, Bonay, 1988). Otros estudios han centrado su investigación a determinar la eficacia de los criterios diagnósticos en el niño, en especial de los manuales publicados por la APA, los DSM.Generalmente se observa que no se tiene en cuenta las peculiaridades de la infancia en la hora de hacer el diagnóstico (Kashani y Carlson, 1985). Hay estudios que constatan unas limitaciones claras en el DSM-III-R cuando se estudia una muestra entre 3 y 6 años. Estas limitaciones pero no son mayores que las que se dan en otras edadeshasta la adolescencia. (Kashani J, Ray J, Carlson G, 1984) (Lavigne, Arend,Rosembaum, Sinacore et al, 1994). En el estudio reciente de Luby, Heffeinger, Mrakosky, Hessler, Brown y Hildebrand (2002) destacan la evidencia de que el niño preescolar presenta una sintomatología depresiva y expresión de esta diferente, que no tiene en cuenta el DSM-IV (APA;1995). Por ello han realizado un estudio preliminar donde validan la eficacia del DSM-IV(APA, 1995) con criterios modificados y adaptados a esta edad.
FUENTE:
ESTUDIO EPIDEMIOLÓGICO DE LA DEPRESIÓN MAYOR
EN NIÑOS DE 3-6 AÑOS. Ester Plan y Colomer. 2003