Factores individuales y sociales que causan la depresion

La salud mental es a la vez un estado y un proceso resultante de la interacción entre las peculiaridades individuales y las variantes sociales y familiares. De esta interacción, resultan los rasgos psicológicos idiosincrásicos y singulares de cada una de las personas, los cuales sin embargo quedarán permanentemente sujetos a las posibles variables externas. Así, los procesos de duelo, las etapas evolutivas de la vida, los acontecimientos placenteros o adversos tendrán repercusiones, estables o transitorias, de veces favorecedoras y otras entorpecedoras de la salud mental.

Estas repercusiones pueden manifestarse con sufrimiento, pérdida de algunas capacidades y, incluso, la aparición de algunos síntomas o de algunos trastornos que no significarán haber perdido la salud mental sino al contrario, una forma sana de adaptarse a los acontecimientos y contribuir a la evolución y el crecimiento personales. En el paso por la vida, desde la llegada all mundo hasta el envejecimiento, el ser humano deberá de encarar inevitablemente cambios en su funcionamiento mental, relacional y social y su biografía se hará más compleja.
 
Crecer será sinónimo de tomar decisiones, y vivir, sinónimo de acumular eventos vitales escogidos o sobrevenidos, aunque no desearles. Así, la salud mental vendría definida por la forma y la capacidad de adaptarse o de resolver las nuevas necesidades psicológicas y sociales, los problemas y las adversidades que se presenten. Connotar la naturalidad del proceso de constante adaptación a lo largo de la vida tiene la intención de señalar tres aspectos: no hacer el equivalente automático de las situaciones de cambio vital como factor de riesgo; reconocer la fuerza positiva y de crecimiento personal que se puede desprender del esfuerzo de adaptación, aunque se pueda haber pasado por momentos de malestar con sintomatología o no y, por último, y especialmente para al espacio sanitario al que nos dirigimos, poder tener herramientas para la detección de aquellas personas o grupos de riesgo que previsiblemente no podrá superar los problemas que se presenten en determinadas situaciones de cambio vital.

El entorno en el que se desarrolla el individuo-el microgrupos social particular, la familia, la escuela, así como los aspectos culturales y sociales- condicionan la formación de la personalidad individual. Además, este proceso de interacción tiene matices muy especiales, inherentes a la dimensión psíquica de la especie humana. La realidad externa es percibida según la representación mental y las cargas afectivas de cada una de las personas. No es igual ver que mirar, ni sentir que escuchar, a la acción de mirar y de escuchar añaden sentimientos e individualidades a lo que se ve o en lo que se siente.

Otro matiz importante es que en el mundo interno de una misma persona pueden coexistir sentimientos, afectos o necesidades no sólo diferentes sino también contradictorios. Se puede amar y odiar al mismo tiempo la misma persona, se puede envidiar y admirar, pueden convivir las necesidades de dependencia y autonomía, el sentido del deber y la rebeldía. En estas contradicciones y en la necesidad de encontrar el equilibrio se pueden instalar padecimientos, síntomas y formaciones reactivas.

En una misma persona, y también en un mismo grupo, en la familia para ejemplo, pueden coexistir aspectos sanos y aspectos enfermos. Así, en la hora de entender y de tratar el sufrimiento humano y los trastornos psicológicos y psiquiátricos es imprescindible, para la hipótesis diagnóstica, evaluar con el mismo rigor los aspectos en disfuncionamiento que los aspectos sanos y conservados, y recorrer a unos y otros en el proceso de cuidado. Incluso, en las enfermedades más graves o de peor pronóstico y en los grupos familiares más desestructurados podemos encontrar aspectos que nos ayuden en el proceso de cuidado, de comprensión, de mantenimiento o de reinserción y rehabilitación.
 
Incluso en aquellas enfermedades mentales donde es indiscutible la etiología orgánica o el sustrato biológico, las peculiaridades fenomenológicas, la evolución y las estrategias terapéuticas específicas necesarias quedarán sujetos a la biografía individual, a las partes sanas o conservadas de los pacientes ya las capacidades relacionales, de apoyo, de colaboración y de contención del medio familiar o social y los recursos sanitarios disponibles. En el manejo de los problemas de salud mental hay que considerar que puede existir una falta de conciencia del problema por parte del paciente. A menudo el problema es detectado por el entorno, la familia, la escuela o el grupo social. Cabe mencionar que el síntoma expresa desadaptación, que puede ser fruto tanto de la debilidad del yo del individuo como de la rigidez del mundo externo, familiar, relacional, escolar o social para adaptarse a las peculiaridades y voluntades individuales.

No se puede pasar por alto que la afectación de la salud mental se da también en muchos otros trastornos como, por ejemplo, las enfermedades crónicas e invalidantes, determinadas situaciones de la vida de las personas, circunstancias en las que la necesidad de atención se ve aún más aumentada. El equipo de atención primaria está en una situación privilegiada para detectar y atender los problemas de salud mental, dado su contacto directo con la población. En la atención a estos problemas de salud, son tan importantes el trabajo interdisciplinario y la comunicación como el rol de cada uno de los profesionales en el desarrollo de las  funciones que le son propias. La participación del personal de enfermería en el manejo del paciente, en la valoración del cumplimiento del tratamiento, en el acompañamiento psicológico y el apoyo a la familia es fundamental. También los trabajadores sociales tienen un papel relevante en la detección de las necesidades sociales de los enfermos y las familias y en el trabajo conjunto y coordinado con los servicios sociales de base.
 
FUENTE:
Recomendaciones para la atención a los problemas de salud mental más frecuentes en la atención primaria de salud. Servicio Catalán de la Salud.