El difícil problema de la seguridad de los antiinflamatorios no esteroideos

Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) tienen un consumo relativamente elevado entre nosotros, que ha aumentado notablemente en los últimos años. Si en 1983 se calculaba que se trataba diariamente con AINE una media de unas 430.000 personas en El Estado Español, en 1985 esta cifra había aumentado a unas 560.000.
 
A estas cifras de consumo, que hacen referencia a los AINE no salicilatos, hay que añadir las referentes al ácido acetilsalicílico (AAS), que es mayoritariamente utilizado como analgésico: en 1985 unas 15 personas de cada 1.000 eran, por término medio, diariamente tratadas con AAS. Este aumento del consumo de los antiinflamatorios no parece ser debido a un aumento de la prevalencia de las enfermedades reumáticas, ni tampoco a una mejora de las pautas de tratamiento de estas enfermedades.
 
En 1986 el número de AlNE comercializados en España era de 45 principios activos, cifra muy elevada si se tiene en cuenta que las diferencias de eficacia y en entre estos fármacos son marginales. En los últimos años  AINE han sido retirados de algún mercado farmacéutico europeo a causa de lossus efectos indeseables. El benoxaprofé fue retirado de todos los países en el verano de 1982, por causa del elevado riesgo de hepato y nefrotoxicidad, a veces mortal.
 
Mucho antes, en 1977, el laboratorio fabricante de la diftalona, ​​un derivado pirazolónic, retiró el fármaco por causa de reacciones de hepato y de hemotoxicitat detectadas durante los estudios previosa su comercialización. Por causa de una elevada incidencia de reacciones cutáneas graves, el fenclufenac fue retirado del mercado farmacéutico mundial en el año 1984. También en 1984, se retiró el indoprofé de los mercados británico, español e italiano entre otros, porque se demostró su poder carcinogenético en animales de experimentación y debido a su «excesiva» toxicidad gastro-intestinal en pacientes tratados.
 
En 1985, el esoxycam fue retirado "temporalmente" a varios países, entre ellos Francia e Italia, por causa de una elevada incidencia de reacciones cutáneas graves (necrólisis epidérmica tóxica). La O SMOS ®, una indometacina de liberación sostenida, fue retirado en 1983, muy poco después de su comercialización, debido a la su elevada toxicidad gastrointestinal.
 
También en 1983, el laboratorio fabricante del zomepirac retiró el fármaco del mercado mundial para presentar un riesgo "inaceptablemente elevado» de reacciones anafre y el áctyques. De estos siete productos, no hay ninguno actualmente comercializado en España.
 
FUENTE: Instituto Catalán Farmacológico.