Detectar la depresion infantil

Los trastornos depresivos en la infancia y adolescencia no tienen un apartado específico infantojuvenil en las clasificaciones de CIE-101 y DSM-IV-TR2, estas difieren en algunos aspectos, pero en el núcleo de las dos se define el concepto de depresión como un trastorno episódico con diferentes grados de gravedad, que se caracterizan por un ánimo deprimido o pérdida de disfrutar que
persiste al menos dos semanas. También puede ir acompañado de otros síntomas.

El DSM-IV-TR establece que en los niños el estado de ánimo irritable puede sustituir el ánimo deprimido, que la pérdida de peso puede manifestarse como el fracaso en conseguir el incremento de peso esperado para la edad y que la distimia debe durar un año para que se pueda diagnosticar (dos en los adultos). Destaca, también, que algunos síntomas físicos, como el aislamiento o las quejas somáticas, son particularmente frecuentes en los niños. La CIE-10 sólo señala de manera específica que las formas de depresión atípicas son frecuentes en la adolescencia. Las dos clasificaciones determinan que el período de duración ha de ser como mínimo de dos semanas para el diagnóstico de cuadro depresivo mayor.

Si el paciente expresa ideas suicidas o intención de riesgo autolítico, hay derivar el paciente a urgencias psiquiátricas. La exploración psicopatológica de la depresión infantojuvenil debe hacerse con técnicas específicas verbales y observacionales, ya que las limitaciones cognitivas y de verbalización propias de esta edad pueden impedir una detección correcta de la depresión. En general, la depresión infantil tiene una forma de presentación polimorfa y puede enmascarar con otros síntomas que aparecen en determinados cuadros psicopatológicos. Su manifestación somática está
condicionada por la edad del / de la niño / a.
 
FUENTE:  Guía farmacoterapéutica de la depresión en niños y adolescentes, GTS Vallès Occidental Este