La resistencia es la cualidad física que nos permite aguantar un esfuerzo físico
el mayor tiempo posible y recuperarnos rápidamente después de efectuar una actividad
física.
La resistencia aeróbica: Los músculos reciben suficiente oxígeno para
realizar el ejercicio. Son esfuerzos de una intensidad suave y moderada. Son
ejercicios de larga duración. La sensación de cansancio que experimentamos es
pequeña.
La resistencia anaeróbica: Los músculos no reciben suficiente oxígeno para realizar
el ejercicio. Hay una deuda de oxígeno. Son esfuerzos de una intensidad elevada
o máxima. Son ejercicios de corta duración. La sensación de cansancio que
experimentamos es mayor.
Preferentemente debemos trabajar la resistencia aeróbica y así
conseguiremos cansarnos menos en las diferentes actividades de la vida diaria. Su
práctica exige constancia y un cierto espíritu de sacrificio.
Las pulsaciones: La intensidad del ejercicio la controlamos mediante las pulsaciones, que miden la frecuencia cardiaca, es decir, los latidos de nuestro corazón. Se toman con dos dedos (nunca el pulgar porque tiene pulsaciones propias). Podemos contarnos las pulsaciones en varias arterias: la arteria carótida, la arteria radial y encima del corazón (el pulso torácico). Deben calcularse en un minuto; se recomienda hacerlo en períodos más cortos (15 "x4, 6" x10).
Las pulsaciones: La intensidad del ejercicio la controlamos mediante las pulsaciones, que miden la frecuencia cardiaca, es decir, los latidos de nuestro corazón. Se toman con dos dedos (nunca el pulgar porque tiene pulsaciones propias). Podemos contarnos las pulsaciones en varias arterias: la arteria carótida, la arteria radial y encima del corazón (el pulso torácico). Deben calcularse en un minuto; se recomienda hacerlo en períodos más cortos (15 "x4, 6" x10).