Los
procedimientos postoperatorios son todos aquellos que se realizan en el período
posterior a la intervención, el cual comienza con el traslado del paciente
desde el quirófano hasta la unidad de reanimación y luego a la sala de
hospitalización.
El
paciente debe permanecer en la unidad de reanimación hasta que la anestesia ya
no haga efecto y que su estado esté estable: (presión arterial estable, vías
respiratorias permeables). Esta unidad está situada cerca del quirófano de modo
que si surgen complicaciones, se pueda atender rápidamente al paciente. La reanimación puede durar desde 3h hasta dos días,
todo depende del tiempo que tarda el paciente en despertarse.
Tras la
reanimación, se traslada al paciente a la sala de hospitalización donde queda
en observación varios días. Durante este tiempo se vigila que el paciente se
recupere bien y que la herida quirúrgica siga su proceso de cicatrización. Los
dos primeros días de hospitalización, el paciente no puede ingerir nada, se le
inyecta suero fisiológico vía intravenosa para hidratarlo. Al cabo de una
semana (siempre y cuando no hayan surgido
complicaciones), se considera al paciente apto para volver a casa si puede alimentarse normalmente sin tener náuseas ni vómitos.
complicaciones), se considera al paciente apto para volver a casa si puede alimentarse normalmente sin tener náuseas ni vómitos.
Durante
el período postoperatorio pueden surgir complicaciones que impiden el buen restablecimiento
del paciente e incluso pueden constituir una amenaza para su vida.
·
Complicación a nivel cardiopulmonar: El paciente puede tener dificultad para respirar
al despertarse de la anestesia, entonces para compensar la falta de actividad pulmonar
su corazón entra en taquicardia (bautiza más rápidamente), y entonces se puede
producir un edema pulmonar. Para tratar este edema, envía al paciente a la
unidad de cuidados intensivos donde se le aplica un tratamiento farmacológico.
·
Complicaciones de la anastomosis: Puede tener lugar una hemorragia interna a
nivel de la sutura del anostomosi (un vaso sanguíneo lesionado) y como
consecuencia se puede producir un shock hipovolémico que se caracteriza por el
hecho de que el paciente presenta alteraciones de su tensión arterial,
alteraciones de la frecuencia cardiaca, disminución de la función renal (orina
poco) y entra en anemia aguda en
Debido
a la falta de volumen sanguíneo. Entonces hay que volver a operar para detener la
hemorragia. También es posible que no se produzca ninguna sangrado, pero en
cambio que la anastomosis no vaya siguiendo su proceso de cicatrización y por
tanto haya una fuga intestinal en el abdomen que origine una peritonitis.
En este
caso también debe volver a operar; se efectuarán lavados de toda la cavidad
abdominal y si el paciente no lleva ostomía, se le debe practicar una ostomía
de urgencia para hacer una derivación intestinal que vaya a la piel y que deje
en reposo toda la irritación que haya provocado esta fuga.
·
Infección de la herida quirúrgica. Provoca que la persona tenga fiebre, que el proceso de cicatrización se interrumpe y que se formen abscesos en los bordes quirúrgicos. Generalmente este tipo de complicación se resuelve con
tratamientos antibióticos.
Tomado de Viridiana
Philibert. El
tratamiento del cáncer de colon