El
grado de malignidad de un tumor se determina mediante su capacidad producir metástasis,
que tiene lugar cuando el cáncer se propaga a otras zonas del cuerpo. Existen cinco
tipos:
Metástasis
directa: Ocurre cuando el tumor se extiende a estructuras adyacentes a la pared
intestinal como el uréter.
Metástasis
hemática: Tiene lugar cuando el cáncer se disemina por vía sanguínea. En los
tumores de colon, la metástasis se origina primero al hígado, luego puede
llegar al pulmón, aunque también puede localizarse en los riñones, en las glándulas
suprarenales, el cerebro y los huesos.
Metástasis
linfática: Se origina cuando las células cancerosas se propagan a través de las vías linfáticas. Esta diseminación es determinante a la hora de valorar qué amplitud del segmento de colon deberá extirpar quirúrgicamente.
Carcinomatosis
peritoneal: Ocurre cuando las células cancerosas se dispersan en largo de toda
la cavidad abdominal pero no vía sanguínea o linfática. Esto puede llegar a
provocar ascitis (acumulación de líquidos) que puede ser hemorrágica. es poco frecuente
pero es muy grave porque en este caso el tumor es irresecable (no extirpable).
Metástasis
en otros puntos del intestino: Es una metástasis que se produce muy menudo
después de la cirugía en las líneas de sutura de la anastomosis intestinal
Tomado de Viridiana
Philibert. El
tratamiento del cáncer de colon