Metabolismo energetico

Cualquier actividad física, intelectual o sensorial, incluso el reposo, necesita aporte energético para llevarse a cabo. Las células se abastecen de energía a través de los alimentos ingeridos, pero estos sufren distintas transformaciones antes de llegar a producirla.

Las células cuentan con recursos para formar moléculas más pequeñas a partir de moléculas grandes, y a este proceso se le llama catabolismo. Hay un proceso inverso, que consiste en la formación de moléculas más grandes, a partir de otras más pequeñas, que recibe el nombre de anabolismo. De forma general, a todo el conjunto de transformaciones que sufren las sustancias en el organismo o en una célula se la llama metabolismo.

Para que las células puedan aprovechar las sustancias en sus diferentes funciones serán degradar primero. Los procesos de degradación, o catabólicos, rompen las grandes moléculas en sus componentes más sencillos: las proteínas en aminoácidos, los carbohidratos o azúcares complejos en azúcares sencillos, y las grasas en ácidos grasos.

La principal fuente de energía para el músculo es el ATP (trifosfato de adenosina). Existen varias formas diferentes, a través de las cuales es posible suministrar energía al músculo esquelético:

Sistema anaeróbico aláctico: se involucra en actividades de pocos segundos de duración (<15-30 segundos) y elevada intensidad. Está limitado por la reserva de ATP (trifosfato de adenosina) y PCr (fosfocreatina) intramuscular, que son compuestos de utilización directa para la obtención de energía. Se le denomina aláctico porque no tiene acumulación de ácido láctico. El ácido láctico es un residuo metabólico que produce fatiga muscular.

Sistema anaeróbico láctico: participa como fuente energética fundamental en ejercicios de submáxima intensidad (entre el 80 y el 90% de la CMI o capacidad máxima individual) y de una duración entre 15segundos y 1 o 3 minutos. Esta vía metabólica proporciona la máxima energía a los 20-35 segundos de ejercicio de alta intensidad y disminuye su tasa metabólica de forma progresiva así que aumenta la tasa oxidativa alrededor de los 45-90 segundos. Este sistema está limitado por las reservas intramusculares de glucógeno como sustrato energético.

Esto significa que el combustible químico para la producción de ATP es el glucógeno almacenado en el músculo y como producto de residuo se forma ácido láctico, que ocasiona una acidosis que limita la capacidad de realizar ejercicio, produciendo fatiga.

Sistema aeróbico: participa como fuente energética de forma predominante alrededor de los 2 minutos de ejercicio, siendo la vía energética de mayor rentabilidad y con productos terminados que no generan fatiga. Es la vía metabólica más importante en ejercicios de larga duración. Es aeróbico, es decir, con aporte de oxígeno, y obtiene energía de los sustratos energéticos (glucógeno muscular y hepático), y de la capacidad de metabolizar grasas, y en última instancia incluso proteínas.