Frecuencia cardiaca


La frecuencia cardíaca viene se mide en latidos por minuto. La frecuencia cardíaca se puede medir mediante un electrocardiograma, un pulsómetro o haciendo presión con los dedos índice y medio sobre una arteria superficial del cuerpo, normalmente se utiliza la arteria radial (en el antebrazo) o en la carótida (en el cuello). Se cuenta el pulso durante un minuto o una fracción de minuto.


La frecuencia cardíaca varía según la edad, el sexo, características individuales y el tipo de actividad que se realiza, temperatura ambiente, nivel de descanso, etc. Así, en líneas generales, cuando nacemos podemos tener una pulsación de 140 latidos por minuto (ppm), esta irá disminuyendo hasta aproximadamente los 20 años cuando la frecuencia cardíaca pasa a 60-70 ppm y después de los 50 años vuelve a aumentar hasta 70-80 ppm. Generalmente las mujeres tienen una frecuencia cardiaca más alta. Hay personas muy entrenadas que tienen las pulsaciones más bajas.


La frecuencia cardíaca varía, también, según la actividad que se realiza. Por la mañana, antes de levantarnos podemos medir la frecuencia cardíaca de reposo, durante el día la frecuencia aumenta un poco y si se realiza actividad física aumentará dependiendo de la intensidad del ejercicio.
Durante el ejercicio se debe tener presente la frecuencia cardiaca máxima (FCM), que son las pulsaciones máximas que se considera que podemos llegar dentro del marco de actividad física saludable. La frecuencia cardiaca máxima se puede calcular de distintas maneras, vemos dos (se incluyen ejemplos para una persona de 18 años de edad, + / - 10 bpm)


FÓRMULA CÁLCULO EJEMPLO (18 AÑOS)

Fórmula de William Haskell

220 – edad= 202 ppm

Estudio de Douglas Seals

208 - (edad x 0.7)= 195 ppm

A partir del conocimiento de la frecuencia cardiaca máxima se puede conocer la frecuencia cardíaca de esfuerzo que estará en función de la intensidad de ejercicio que se quiera entrenar, así si queremos entrenar a una intensidad del 60%, el cálculo será: frecuencia cardiaca máxima x 60%.

En salud se considera que hay que entrenar entre el 60 y el 80% de la frecuencia cardiaca máxima. A partir de este 85% trabajamos la resistencia anaeróbica, (en general el ejercicio no se podrá mantener más allá de los 2 minutos)