Dieta: Es necesario controlar que la
dieta sea adecuada a las necesidades tanto cuantitativas (cantidad de aporte calórico)
como cualitativas (proporción adecuada de los diferentes sustratos energéticos,
vitaminas, minerales, agua...).
Hábitos nocivos: Evitar hábitos
nocivos como el tabaco o el alcohol. Nivel de actividad física. Evitar la vida sedentaria con la práctica de
ejercicio físico de manera regular.
El descanso: es muy importante tener
unos ratos de relajación y reposo durante el día para que nuestro cuerpo se recupere
y también dormir las horas necesarias (entre 8 y 9 horas)
La genética: No se puede modificar
pero tiene un papel muy importante en la condición física y también en la salud
(enfermedades hereditarias...). Algunas cualidades físicas pueden tener una herencia
genética. Pero el trabajo y la constancia pueden mejorar.
La edad: Desde el nacimiento hay
constantes cambios en el organismo que influyen en nuestra condición física como,
por ejemplo, la variación de la talla y del peso. También cambian y evolucionan
los aparatos y sistemas respiratorio,
cardiovascular, nervioso, locomotor, etc., y modifican nuestras capacidades físicas
cardiovascular, nervioso, locomotor, etc., y modifican nuestras capacidades físicas
A medida que te vas haciendo
mayor, la condición física va aumentando para después ir disminuyendo. Pero en las
personas sedentarias la disminución es más rápida. La mayoría de las capacidades
físicas logran alcanzar el máximo desarrollo de forma natural entre los 18 y 25
años. A partir de este momento comienzan a disminuir pero mediante la actividad
física y el entrenamiento podemos aumentarlas, a cualquier edad, y disminuir el ritmo de
regresión.
Las cualidades psíquicas y
sociales: Las cualidades psíquicas como la voluntad, la autoestima, la
confianza en uno mismo .... etc ayudan a mejorar el nivel de condición física y
de salud.