Embarazo y cambios renales


El flujo sanguíneo renal y la filtración glomerular están aumentados desde el primer trimestre, llegando a un máximo en el segundo trimestre de hasta un 60% respecto a valores previos al embarazo.

La secreción de hormona antidiurética (ADH) está disminuida causando un descenso de osmolaridad por disminución del Na plasmático, por otro lado, los niveles de aldosterona están aumentados provocando una mayor reabsorción de agua y electrolitos para mantener el equilibrio.

La pelvis renal y los uréteres son dilatados, a partir de la 12 semana de gestación, por relajación de la musculatura lisa que ejerce la progesterona, a partir de esta semana contribuye al efecto mecánico del útero sobre estas estructuras. La función renal vuelve a la normalidad 6 semanas después del parto.

En las gestantes, los valores de creatinina, nitrógeno ureico (BUN) y ácido úrico son un 40% inferiores a los valores en no gestantes; cualquier aumento sobre los valores normales implica una alteración patológica.

El umbral para la filtración de glucosa y proteínas está aumentado, y además, existe una disminución relativa de la reabsorción tubular, por ello son frecuentes las glucosuria (1-10gr/24h) y proteinurias (<300mg/24h).

La dilatación de la vía, antes mencionada, produce estasis urinario con el consecuente riesgo de infección y litiasis urinarias.

Tomada de Maite Ezpeleta Valls. CAMBIOS FISIOLÓGICOS EN EL EMBARAZO. ANESTESIA EN LA GESTANTE PARA CIRUGÍA NO OBSTÉTRICA