Embarazo y cambios en el aparato disgestivo


A medida que el útero crece va desplazando el contenido abdominal en dirección craneal modificando la posición del estómago, del píloro y del esfínter gastroesofágico inferior, el cual pierde su mecanismo valvular. Esta circunstancia, junto con el aumento de presión intragástrica explica la pirosis y esofagitis por reflujo tan frecuentes (70%) en la gestante.

Por otra parte, la progesterona reduce la movilidad gastrointestinal. la gastrina
placentaria, desde la semana 20, aumenta el volumen y la acidez del jugo gástrico. el vaciamiento gástrico es más lento por el efecto de la compresión del útero sobre estómago y duodeno.

La lentitud del vaciamiento gástrico es muy evidente al final de la gestación, pero aún más durante el trabajo de parto.

Durante el parto convergen varios factores que incrementan la presión intragástrica y favorecen el reflujo gastroesofágico: contracciones uterinas, dolor, ansiedad, compresión abdominal, posición ginecológica. Debido a todo esto, debemos considerar la gestante, siempre, con la posibilidad de tener el estómago lleno, el riesgo de broncoaspiración está aumentado desde la semana 18 de gestación.

Aunque los efectos mecánicos del útero desaparecen en pocos días, el resto de
cambios gastrointestinales tardan unas 6 semanas en volver a la normalidad. Hay que considerar que el manejo de la vía aérea es una situación de riesgo elevado en las pacientes gestantes.

Tomada de Maite Ezpeleta Valls. CAMBIOS FISIOLÓGICOS EN EL EMBARAZO. ANESTESIA EN LA GESTANTE PARA CIRUGÍA NO OBSTÉTRICA