El
flujo sanguíneo hepático no varía. La función hepática se encuentra mínimamente
alterada. La bilirrubina no se modifica; incrementan, ligeramente, los niveles
de transaminasas, FA, LDH y colesterol sin implicar disfunción hepática.
Encontramos
una disminución de las proteínas plasmáticas y del cociente albúmina / globulina,
ya comentado antes, por el aumento de volumen plasmático y la disminución de la
síntesis hepática. Se encuentran aumentadas la síntesis de fibrinógeno y factores II, VII, VIII, X
y XII.
Está
disminuida la tasa de colinesterassa plasmática en un 25-30% llegando al valor mínimo
el tercer día posparto (33% bajo valores normales).
La
elevada concentración de progesterona inhibe la liberación de colecistoquinina provocando
una función y vaciamiento de la vesícula biliar alterados, aumentando el riesgo
de litiasis en la gestante.
La
disminución de la actividad de colinesterassa plasmática pocas veces produce
una prolongación de los efectos relajantes de la succinilcolina. Si se añade cualquier
otro factor que puede disminuir la actividad de esta enzima, como son la deshidratación,
diabetes, hipermagnesèmia, colinesterassa atípica o bien el periodo posparto, aumenta el riesgo de alargar
la recuperación de la relajación muscular postsuccinilcolina.
La hipoproteïnèmia
puede provocar niveles elevados de aquellos fármacos que normalmente se unen a
proteínas, aumentando su toxicidad.
Tomada
de Maite Ezpeleta Valls. CAMBIOS FISIOLÓGICOS EN EL EMBARAZO. ANESTESIA EN LA GESTANTE PARA CIRUGÍA NO OBSTÉTRICA