Diagnostico del cancer de colon


El diagnóstico suele establecerse a partir de los síntomas expuestos y mediante unas determinadas pruebas. En primer lugar, el médico realiza un tacto rectal que consiste en palpar la zona cancerígena con un dedo enguantado. De esta manera se puede detectar la mayoría de los tumores malignos situados en el recto, ya que son aproximadamente el 40% del total de los tumores malignos de intestino grueso.

Si no se encuentra ningún tumor en el recto que justifique los síntomas, entonces se puede realizar una rectosigmoidoscopia. En esta prueba, se introduce una sonda flexible de unos 30 cm en el recto hasta el colon descendente, permite encontrar la mayoría de tumores que existe entre el recto y el sigma.

No obstante, se suele practicar una colonoscopia ya que la rectosigmoidoscopia sólo permite explorar un tercio del intestino mientras que la colonoscopia  permite explorarlo en su totalidad. Durante esta prueba, el endoscopista introduce un instrumento óptico, de forma tubular, de más de un metro de longitud, en el recto. El colonoscopio también es utilizado en el tratamiento quirúrgico ya que está provisto de unas herramientas que seccionan el tumor.

También se realiza una biopsia, que es la extracción y el examen microscópico de un tejido vivo, (en este caso de una parte o de todo un ganglio linfático cercano a la zona tumoral), por comprobar que no esté afectado.
Además, se puede efectuar una exploración del colon por enema, que consiste en introducir en el intestino grueso una suspensión de bario opaca a los rayos X.

Así en las placas radiográficas se puede detectar la presencia de un tumor que mida algunos centímetros, ya que éste puede impedir que la suspensión baritada rellene una determinada zona del colon.

Es importante destacar que cuanto más precoz sea el diagnóstico más probabilidad hay de erradicar la enfermedad. Sin embargo, este tipo de cáncer suele detectarse cuando ya presenta síntomas.

Tomado de Viridiana Philibert. El tratamiento del cáncer de colon