Desarrollo personalidad y Sindrome de Down


En 1886 John Langdon Down describió a las personas con Síndrome de Down como personas con "facilidad para el humor imitativo, la mímica, con aptitudes musicales y obstinados", atributos que se han incorporado al conjunto de características comunes entre ellos (as) generando hasta nuestros días estereotipos que acentúan los mitos que existen alrededor de las personas con Síndrome de Down. Se las califica de obstinadas, afectuosas, fáciles de tratar, afectivas, sociables, alegres, obedientes o sometidas.

Y es  debido a esta generalización que muchas veces debido a la reducción de posibilidades de actuación en su entorno se comportan de una manera similar entre ellos, perfilándose de manera clara antes de los 12 ó 13 años:

- Escasa iniciativa: lo que podría deberse a la falta de un ambiente generador
de experiencias y situaciones de exploración del entorno.

- Menor capacidad para desarrollarse ya que se les inhibe hacerlo en situaciones diversas que van desde la escritura hasta las manifestaciones de afectividad

- Tendencia a la persistencia de conductas y resistencia al cambio: les cuesta cambiar de actividad o realizar nuevas tareas, lo que puede suponer que algunos parezcan obstinados.

- Baja capacidad de respuesta y reacción ante el ambiente: tienen una capacidad baja a la hora de interpretar y analizar los acontecimientos externos, lo que supone que aparenten desinterés ante todo lo nuevo, pasividad y apatía.

- Constancia, tenacidad y puntualidad: en el ámbito laboral han dado muestra de estas capacidades ya que realizan sus actividades con perfección.