Los beneficios que la actividad física y el deporte
aportan a la salud de los niños y la juventud no sólo se reducen a la
prevención de la obesidad: las ventajas son tanto de carácter físico, como
psicológico y socializador.
Físicamente, mediante el movimiento y la actividad física
a través del juego, se pueden
trabajar desde la primaria las habilidades motrices básicas y la condición
física de base, así como también se consigue una mejora en la calidad
de vida y el fomento de unos hábitos positivos en cuanto a la salud y la higiene.
Desde el punto de vista psicológico, la práctica regular
de actividad física favorece
la liberación de encefalinas y endorfinas, hormonas que hacen experimentar
sensaciones de bienestar y relajación. No es difícil establecer una relación
directa entre este factor y la necesidad de atención y concentración que
los alumnos necesitan a la hora de afrontar sus tareas escolares. No
menos importante es la transmisión de valores como el compañerismo, el respeto,
la empatía, el juego limpio, el trabajo en equipo, entre otros.
Todos estos valores se fomentan de manera especial a las
sesiones de Educación Física
debido a la idiosincrasia de la propia asignatura, representando algo imprescindible en el proceso de socialización del alumnado,
futuros adultos y ciudadanos responsables del
mañana.
Obviamente el deporte extraescolar, es un buen compañero
de viaje del área de Educación
Física. No
obstante, si bien el deporte siempre ha sido un vehículo idóneo para trabajar
la educación en valores, últimamente "el hermano mayor" pone obstáculos.
El
deporte de élite y su imbricación intensa y directa con los intereses
económicos, ha puesto en crisis los valores tradicionales del deporte como el
fair play, la solidaridad, la superación, el esfuerzo, la convivencia o la generosidad
(Vilar, 2005, 189).
Ahora bien, sería una posición muy hipócrita pedir la
transmisión de estos valores al deporte ya la hora exigir, como exigimos, cada
vez más los atletas (id.). Es
salud que una niña de 15 años tenga el cuerpo de una de 10? Que se le haya
retirado la regla debido a la dureza los entrenamientos?
También cabe destacar, estrechamente unido a los
intereses económicos que se mezclan,
lo que muy acertadamente De Moragas (en Vilar, 2005, 191) llama
la telenovelització del deporte, donde la vida privada de los deportistas toma la
relevancia social en su práctica deportiva.
El deporte y el área de educación física no sólo nos
sirven para incidir de forma
más "directa" sobre el bienestar de nuestros niños y jóvenes. A nadie se le
escapa, la gran trascendencia social que tiene el deporte, lo que convierte
también en un medio idóneo para trabajar la educación para la comunicación.
Por otro lado, entendemos que el deporte escolar está un
poco en crisis. En ocasiones
por la falta de demanda dentro del mismo centro escolar, ya que puede ser un centro escolar con un número no muy grande de alumnado, o
que buena parte del mismo ya juegue en niveles que antes llamábamos
"federados", o sea los que aspiraban a hacer
carrera en el deporte de forma más o menos seria, la gente en teoría más válida
y / o motivada para continuar practicando ese deporte; por lo que cuesta
encontrar monitorización cualificado, personas que col? laboren, etc.
Hoy en día, muchos niños muy pequeños pasan a engordar
las filas de estos equipos
pseudoprofessionalitzants, provocando así, que al no existir un deporte
escolar propiamente dicho, los niños menos dotados queden marginados de la
práctica deportiva porque son "malos" y allí no están para socializar
las criaturas sino para formar futbolistas, si nos ceñimos al ejemplo del
deporte mayoritario de nuestra región.
Si es evidente que los niños y niñas y los jóvenes no
juegan tanto como antes, dado
que sus oportunidades de jugar libremente han visto restringidas (Choosing
Health, 2004, 42); añadido al hecho de que en el contexto escolar no se fomenta
suficientemente la práctica deportiva, parece más que obvio que se está
limitando enormemente las posibilidades de practicar deporte con el grupo de
iguales en un porcentaje importante de niños, ya sea porque no lo hacen
bastante bien, porque las posibilidad de practicar deporte en la escuela son
muy limitadas o porque las sus familias no están dispuestas a sacrificar los
fines de semana, para llevar a cabo madrugadas extralaborales. En definitiva, si la escuela
no contempla de forma primordial el ejercicio físico y el deporte como
plasmación holística del mismo, necesariamente se disminuye en gran medida la
actividad física del nuestros niños.
Así pues, la práctica deportiva, dejando de lado posibles
lesiones, fundamentalmente
ofrece beneficios para la salud, proporciona la oportunidad de socializarse fuera de la escuela y dentro de sentirse
identificados y partícipes de un col? lectivo; mantiene el cuerpo en un mejor
funcionamiento; entretiene y libera tensiones de la vida diaria. Ahora bien, entendido
como un buen regulador de nuestro cuerpo que nos ayuda a conseguir el bienestar,
alejándonos de la asociación entre ejercicio físico y adelgazamiento, ya que
entonces podríamos irnos al también peligroso terreno de juego de los TCA
Tomado de La
práctica deportiva en edad escolar y la prevención de la obesidad de LAURA CARBONERO SÁNCHEZ, JOSEP M. LÓPEZ MADRID