Tipos de depresion asociados a la diabetes

Los principales perfiles clínicos de depresión que nos podemos encontrar en un paciente con diabetes se describen a continuación:

Depresiones reactivas y reacciones de adaptación de tipo depresivo.
Serían aquellos casos en que la sintomatología depresiva es secundaria a una
situación de cambio o un evento estresante. Lo más probable es que la aparición de sintomatología depresiva coincida en el tiempo con un evento vital como podría ser un problema personal o familiar. La vulnerabilidad al estrés depende de los rasgos de personalidad de cada uno, lo que explica que no todo el mundo responda con una reacción depresiva ante una situación estresante.
Algunos pacientes vulnerables pueden presentar una depresión reactiva coincidiendo con el diagnóstico de la enfermedad, la introducción de un tratamiento que implique un cambio importante (p.ej: instauración de tratamiento insulínico) o la detección de una complicación metabólica.

Depresión mayor.

Serían los casos más graves y en los que suele haber una repercusión más importante en la funcionalidad del individuo. El trastorno depresivo puede iniciarse sin un desencadenante aparente, puede evolucionar de forma recurrente y en ocasiones se objetiva un patrón estacional en las recurrencias. La anhedonia o incapacidad para disfrutar suele ser importante. A menudo existe repercusión a nivel del sueño y apetito (despertar precoz y pérdida de apetito en depresión mayor con características melancólicas; hipersomnia e hiperfagia en depresión mayor con características atípicas). Pueden aparecer ideas de culpa, ideas de muerte y suicidio, y en los casos más graves también pueden coexistir síntomas psicóticos como ideas delirantes de hipocondría, escombros y culpa (las más típicas), o paranoides.
Trastorno distímico.

La distimia es una depresión crónica con un curso superior a los 2 años, que a menudo aparece en edades jóvenes de la etapa adulta. Los factores de personalidad son importantes, y es frecuente observar rasgos de personalidad que implican tendencia al neuroticismo, baja tolerancia a la frustración, y sentimientos crónicos de soledad y baja autoestima. A diferencia del trastorno depresivo mayor, en el que puede existir una remisión ad-integrum del episodio, en el trastorno distímico existe habitualmente un patrón que tiende a la cronicidad con fluctuaciones anímicas que a menudo se ven agravadas por situaciones ambientales estresantes.

Depresión vascular.
La etiología de este tipo de depresión estaría relacionada con la coexistencia de
enfermedad cerebrovascular, tanto episodios de accidente cerebrovascular que han cursado con clínica neurológica, como lesiones cerebrales asintomáticas detectadas por pruebas de imagen. La edad de aparición suelo ser más avanzada que otros subtipos de depresión mencionados anteriormente.
Dado que la diabetes es un factor de riesgo de arteriosclerosis, en aquellos sujetos con una mayor duración de diabetes es posible que puedan aparecer síntomas afectivos en contexto de microinfartos cerebrales. A veces puede acompañarse de déficits cognitivos y signos y síntomas de afectación subcortical como inadecuación afectiva o labilidad emocional. La resonancia cerebral permite detectar lesiones hiperintensas a nivel periventricular, en la sustancia blanca profunda o la sustancia gris subcortical.