Algunos
autores como Carther, 1973; Bueno, 1990 e Ingalls, 1981,plantean que el
Síndrome Down representa uno de los síndromes congénitos con mayor frecuencia
en la etiología del Retraso Mental, esto quiere decir, que es la anomalía
cromosómica más predominante y al mismo tiempo, la causa que se reconoce como
más frecuente de retraso mental.
Es oportuno
señalar que en las descripciones de años pasados se aseveraba que el Retraso
Mental que mostraban los individuos con Síndrome Down, en cuanto a su
profundidad, partía de moderado hasta severo, principalmente este último, no
obstante, en los últimos tiempos se ha comprobado que los reportes ofrecen una
profundidad del daño de moderado a leve. Dicho cambio se debe esencialmente, a
que las características de los niños con Síndrome Down además están atravesadas
por el contexto social, el cultural y el psicológico. Si se tiene en cuenta que
no solo aparece la causa orgánica o genética, sino que además el desempeño se
condiciona en última instancia de manera multicausal.
Este particular, aunque es más evidente en muchas
otras discapacidades, no obstante, en el caso del Síndrome Down se puede
apreciar cuando se tiene en cuenta el trato social que recibían dichas personas,
los prejuicios sociales que existían en relación a ellos, debido a las
características fenotípicas que hacen evidente las “diferencias” que se pueden
presentar, de esta misma forma históricamente el trato dirigido a estas
personas ha sido desde su incapacidad, viéndolos como poco productivos y sin decisiones. Todo se dirigía a su estatus
o estado, aparte de que se relacionaba el Síndrome con la educación inicial o
preescolar que se le brindara desde el nacimiento, que en muchos casos era
nula, todo esto ha ido subsanando en las últimas dos décadas principalmente.
De esta forma se puede afirmar que existen
determinadas condiciones de carácter biológico que se relacionan con las
educativas, las sociales y las históricas, y es en esta interacción es que
ocurre el desarrollo de las funciones y estructuras psicológicas y especialmente para este caso,
las cognitivas. Lo qul ha ido variando de manera sistemática de manera positiva
en las personas Síndrome Down.
Consta un grupo de características a las que hacen
referencia Troncoso y colaboradores (1994), que son habituales en otras formas
de Retraso Mental, se mencionan las siguientes:
1. El aprendizaje de estos sujetos es lento.
2. Resulta necesario enseñarles varias coas que los niños sin deficiencia mental logran aprender por si solos.
3. Les es necesario ir paso a paso durante el proceso de aprendizaje.
Según
J. A. del Barrio en Florez, J. Y M. V. Troncoso, 1994 el desarrollo del
lenguaje de los niños y niñas que presentan síndrome down se desarrollan de
manera semejante a los niños y niñas aparentemente normales, aunque de manera más lenta y con presencia de
determinadas peculiaridades que se citan a continuación:
-El
silabeo surge en similar momento que en los niños y niñas aparentemente
normales, a los ocho meses aproximadamente.
-Ocurre
un retraso en la aparición de las primeras palabras afloran aproximadamente
entre los diecinueve y los veinticuatro meses de edad mientras los niños y
niñas normales emiten sus primeras palabras entre los diez y doce meses
aproximadamente.
Se
ha planteado que la fase lenta en el desarrollo del lenguaje de los niños y
niñas que presentan Síndrome Down ocurre hasta los cuatro años, en la cual se
presenta un período más rápido, aunque no se puede comparar con la de los niños
y niñas normales mayores de veinticuatro meses, que tienen un ritmo de
adquisición más rápido y un mayor
léxico. Los niños y niñas que padecen Síndrome Down en esta edad solo
muestran un léxico de veinte palabras aproximadamente, y logran combinar dos o
tres palabras con dificultad. Algunos autores nombran a este lenguaje
“telegráfico”.
El
lenguaje de estas edades entre los 6 y los12 años aproximadamente se mantiene
siendo una de las grandes dificultades de los individuos con Síndrome Down, este es lento y también
retardado en el tiempo, su vocabulario resulta limitado, existe un mayor
desarrollo en el lenguaje pasivo en comparación con el lenguaje activo, por esto
adquieren con más facilidad la mímica, que el lenguaje oral, puede existir
tartamudez, la voz por lo general es gutural, aparece cierto retardo en el
desarrollo de habilidades sintácticas, sin existir concordancia entre el género
y el número y se muestran dificultades en las semejanzas y las diferencias.
Se
asevera que muchas de las dificultades en el lenguaje se deben en muchos casos
a posibles lesiones en las áreas corticales que se encargan de la función del
lenguaje y que además pueden ser más graves debido a la hipotonía que tienen
los músculos respiratorios.
También se argumenta que los trastornos en el lenguaje
en las personas que padecen Síndrome Down
pueden deberse a la pérdida celular generalizada que muestran, que se
expande por las áreas frontales, las temporales, las primarias y las
secundarias, perturbando de esta forma la organización interhemisférica
relacionada con el lenguaje, específicamente con la expresión y la producción
de las palabras y las frases.