Precaución cuando el ejercicio coincide con la máxima acción de la insulina.

Se debe tener en cuenta cuál es la farmacodinámica de la insulina que se utiliza en cada momento. Si el ejercicio se practica justo en el momento de máximo efecto de una determinada insulina, se incrementan las posibilidades de sufrir un episodio de hipoglucemia, ya que se suman los efectos hipoglucemiantes de la insulina y del ejercicio físico. Esto no debería impedir realizar el ejercicio pero si sería importante adoptar las correspondientes medidas preventivas.

 Hay que tener especial vigilancia cuando se utilizan mezclas de insulina prefijadas, ya que dan lugar a dos picos de acción máxima, uno por la insulina rápida y otro para la retardada.

Como norma general se recomendará realizar el ejercicio físico preferentemente 2-3 horas después de las comidas ya que teóricamente el efecto de las insulinas de acción rápida es mucho más bajo y así se disminuye el riesgo de hipoglucemias.
 
Zonas de inyección de la insulina.

A partir de los estudios realizados por Koivisto et al31 en 1978, se consolidó el consejo de evitar inyectar la insulina en zonas que tengan una actividad muscular importante, con el objetivo de evitar la hipoglucemia ocasionada por un incremento de la velocidad de absorción de la insulina. Así, la actividad muscular incrementaría la velocidad de absorción de la insulina inyectada en esa zona pero nunca se pudo demostrar que este efecto fuera causado por el incremento de la circulación subcutània32 ni su relación directa con la presencia de hipoglucemias a lo largo del ejercicio.

Por este motivo, esta recomendación se encuentra actualmente bajo debate. El estímulo del ejercicio sólo es uno más de los diferentes factores que afectan a la velocidad de absorción de la insulina y parece ser que su repercusión clínica es bastante baja

Posteriormente se ha comprobado que este incremento no es muy significativo, más aún, tras la aparición de los análogos de insulina. Actualmente las recomendaciones se encaminan a no variar las zonas de inyección antes de la actividad física incidiendo más sobre los cambios en las dosis de insulina.

Si es importante recomendar evitar la inyección intramuscular, a menudo realizada de forma involuntaria debido a una incorrecta técnica de injección. Este hecho provoca un incremento del riesgo de hipoglucemia por un aumento significativo de la velocidad de absorción de la insulina. En este sentido habrá que tener especial vigilancia en aquellos atletas que tienen un bajo porcentaje de grasa corporal, a los que se les puede recomendar incluso pinchar en ángulo de 45 º o mejor, usar agujas de 5-6 mm.