Como
ya se ha explicado anteriormente, el ejercicio incrementa las necesidades de
glucosa incluso en las 12-16 horas posteriores a la actividad. En este fenómeno
participan de una parte del incremento de la permeabilidad de las células
musculares a la glucosa y de otro la necesidad de rellenar los depósitos de
glucógeno, musculares y hepáticos. Como resultado, se incrementa el riesgo de
aparición de episodios de hipoglucemia, el cual debe ser prevenido
introduciendo cambios en la alimentación y en la pauta insulínica.
Así,
una vez finalizado el ejercicio es recomendable realizar una glucemia y valorar
la necesidad de tomar alimentos con hidratos de carbono según los resultados
obtenidos:
-
Glucemia inferior a 120mg/dl: tomar un suplemento de unos 15-20g de hidratos de
carbono.- Glucemia entre 120 y 200mg/dl: no se suele requerir suplementación.-
Glucemia superior a 200mg/dl: no requiere suplemento con hidratos de carbono y
es posible añadir alguna unidad de insulina de acción rápida.
Este
efecto hipoglucemiante post-ejercicio es más importante según sea la intensidad
y la duración de la actividad y hace que en ejercicios de muy larga duración
como raids de montaña o algunas pruebas ciclistas o atléticas el efecto
hipoglucemiante puede persistir hasta 24-30 horas después de finalizada la
actividad.
Además,
para prevenir la hipoglucemia post-ejercicio es necesario compensar este
consumo de glucosa extra post-ejercicio también con una disminución de las
dosis de insulina posteriores al ejercicio. Esta reducción también dependerá de
las condiciones de la actividad, como intensidad, duración y tipo de ejercicio,
y la cantidad a reducir deberá ser individualizada teniendo en cuenta la
experiencia obtenida en los controles de glucemia a las horas posteriores a
cada tipo de actividad.Hay que advertir que este efecto hipoglucemiante
post-ejercicio es más importante en los primeros 60-90 posteriores al ejercicio
y que se mantiene contando hasta las 6-12h posteriores