La dimensión fonológica explica el
proceso a través del cual los niños alcanzan el perfeccionamiento de los
sonidos que conforman su lengua. Los elementos de la dimensión fonológica
comienzan a partir de que el niño comienza a utilizar fonemas (holofrases) que
tiene característica de ser discretas y no significativas. Estas frases que
tienen su momento más primitivo en el gorjeo y luego el balbuceo que empiezan ser similar a los
del lenguaje hablado y aparentemente siguen una serie muy afín en todas las
lenguas.
Se comienza a utilizar el lenguaje sin que se haya adquirido aún una
adecuada pronunciación de todos los fonemas que componen el mismo, basado en un
principio de simplificación del habla (Mowrer,
1960). Así, la calidad de la pronunciación de los sonidos se adquiere se
manera gradual con alternación en la calidad de la pronunciación, para el caso
de la lengua castellana son las consonantes fricativas y las vibrantes,
resultan más complejas. Así las alteraciones que se pueden ver en este
componente se divide en alteraciones por fallas relacionadas con el
procesamiento, que agrupa a las alteraciones donde existe un uso inadecuado de
la información(fonológica) para el procesamiento en este caso del lenguaje oral
o por otra parte las alteraciones en la representación fonológica, que agrupa
las alteraciones que cursan con el inadecuado conocimiento de los sonidos de
los que está compuesta una palabra, lo cual es indispensable para la
discriminación entre sonidos semejantes.
Así se pueden encontrar dificultades
fonológicas ya sea relacionada con las representaciones léxicas con el
procesamiento de tipo auditivo, o con la presencia de procesos de
simplificación fonológica que comprometen la inteligibilidad del lenguaje. Así
se agrupan las alteraciones que cursan con dificultades relacionadas
organización de los fonemas, que incapacita al individuo para reconocer contrastes
en el lenguaje. Lo cual establece el grado de diferenciación con las
dificultades que se relacionan con la articulación de la lengua.
En este caso
la alteración es de tipo fonética, habitualmente originado por alteraciones de
naturaleza práxica o motora. La
alteración de este componente repercute en otros aspectos al producir retraso
en otros como el léxicosemántico, ya que la memoria de tipo fonológica es crucial
para el almacenamiento de las representaciones léxicas en el diccionario
interno(Acosta,2006:3). Los procesos de simplificación pueden ser relativos a
la estructura de la sílaba(por ejemplo: “rosa” por “osa”),
asimilatorios(ejemplo: “elefante” por “eletante”) que ocurre por influencia de un fonema sobre
otro y los procesos sustitutorios donde un fonema es remplazado sin influencias
de un por fonema próximo (“carro” por
“cado”).
Desarrollo morfológico y sintáctico
Durante el primer año de vida y hasta el año y medio se habla del “estadio de
una sola palabra”, pues constituyen algunas palabras sueltas, así la palabra
producida se encuentra en el contexto de la oración completa con omisión del
resto de la misma( oración elíptica), el niño es incapaz de emitir más de una
palabra teniendo en cuenta sus limitaciones de atención y memoria propias de la
edad y para usarla memorísticamente uso los llamados ”recursos presintácticos”
que se basas precisamente en la repetición una misma palabra. Posteriormente el
desarrollo morfológico y así como la colocación del estas palabras dentro de la
frase, crece hacia un nuevo momento entre los 18 meses y terminan a los 24
meses, aparecen las palabras funcionales y frecuentes que aunque resultan un
poco escasas corresponden a las preposiciones y pronombres, etc. ,las palabras
abiertas son utilizadas para combinarlas entre sí o con alguna palabra eje,
pues son verbos, sustantivos y adjetivos; las oraciones compuestas por tres
elementos surgen de los 24 a los 30 meses, destacándose el uso del verbo
auxiliar ser, los niños dominan la oración simple.
Y para finalizar siguen las
oraciones de cuatro elementos y más, en las cuales la narración se emplea como
una manera de mantener el flujo narrativo, se incluye al final de cada frase y
tienden a ir seguidas de pausas, este desarrollo a los 5 años de edad ya ha
terminado.
Así las alteraciones en este componente
se pueden identificar cuando se está en presencia de un niño no logra incorporar a su “pull lingüístico” elementos y unidades
que establecen “la regulación de la
organización interna de las palabras y de las oraciones”( (Rice y otros:1990).
En esta caso los niños habitualmente presentan un desarrollo de tipo gramatical
con menor rapidez que sus iguales en el uso de los llamados recursos formales o
bien se pueden presentar signos evidentes de desestructuración gramatical que
se representa por utilización anormal de
los morfemas de tipo gramatical o uso inadecuado de los nexos oracionales entre
otros.
Desarrollo pragmático
El desarrollo pragmático, se refiere a
la forma en que se desarrolla y evoluciona el lenguaje de los niños en base a
las herramientas para utilizar la lengua en diferentes contextos y obtener
respuesta y modificación de los hechos. Al igual que otras de las dimensiones
del lenguaje, está relacionada con la etapa de desarrollo del niño así como la etapa del lenguaje relacionado con la
expresión signica del pensamiento. Según Hymes se entiende por “adquisición de
la lengua materna el desarrollo del conocimiento lingüístico, en su condición
de conocimiento idiomático, definido al interior de los parámetros teóricos
como competencia comunicativo pragmática” (Hymes, D. 1962).
Los momentos
principales del desarrollo de la pragmática se encuentran en la etapa
prelinguistica (durante el primer año de vida), relacionado con el momento del
acto de caminar. Durante esta etapa la comunicación se establece a través de
formas no verbales y en consecuencia se desarrollan habilidades que van
aparejadas al progreso de la comprensión sobre como determinadas acciones se
pueden usar para obtener un resultado y en consecuencia el fin deseado. La
progresión de este desarrollo modifica aspectos más complejos en la etapa
lingüística en lo que se refiere al hecho de tomar turnos a la hora de hablar,
las habilidades conversacionales y las peticiones de clarificación.
De manera general, estas alteraciones se
expresan por inadecuada integración del sistema de reglas formales y el
funcional, es decir, cada sistema (alteraciones de la relación forma-función).
De manera práctica se puede reconocer según Craig(1999), por la poca elaboración
de los requerimientos gramaticalmente con comentarios estereotipados,
respuestas incoherentes y escasa modificación de las oraciones.