Tratamiento del acné

El acné es una enfermedad que afecta a los folículos pilosebáceos y produce una alteración de su funcionamiento. Se trata de una enfermedad frecuente y, además de poder producir dolor, afecta el aspecto físico y puede repercutir de manera importante en la autoestima.

Sus lesiones aparecen más frecuentemente en personas adolescentes y jóvenes. Suelen salir todo en la cara y pueden extenderse al cuello, pecho y espalda. En el acné pueden aparecer diferentes tipos de lesiones. En primer lugar se obstruye el "poro" del folículo y se acumula secreción sebácea, es cuando aparecen los puntos negros y los puntos blancos. Además, pueden aparecer signos de inflamación e infección como enrojecimiento, aumento del tamaño de la lesión (pápulas, pústulas y forúnculos) y aparición de pus.

El acné es una condición tan frecuente que a menudo se la ha clasificado de fisiológica. Raramente se presenta al nacer, pero nada más comenzar la pubertad se convierte en un problema muy difundido, la enfermedad puede ser una manifestación precoz de la misma. En las chicas puede preceder a la primera menstruación en más de un año. El mayor número de casos se manifiesta durante la segunda mitad de la adolescencia, aproximadamente de los quince a veinte años, después la frecuencia de la enfermedad disminuye, sin embargo, y especialmente en las mujeres, el acné puede persistir hasta la tercera década de la vida.
Los estudios indican que hay una ligera prevalencia en el hombre y que en él la afectación es más severa. Según algunos estudios el acné es menos común en orientales y también se ha dicho que es más común en gente de etnia blanca que negra.

Factores que provocan la enfermedad La causa del acné no está bien establecida y obedece a la acción conjunta de varios factores, entre ellos los más importantes son:
·        Factores genéticos: cierta predisposición genética en relación al control de las secreciones sebáceas.
·       Factores endocrinos: El acné es inducido por los andrógenos, que son hormonas sintetizadas en los testículos, ovarios y córtex suprarrenal.  Durante la pubertad la hipófisis  comienza a secretar mayores cantidades de hormonas luteïnitzants (LH) que estimulan la síntesis y secreción de hormonas como la testosterona, que actúan sobre las glándulas sebáceas aumentando su tamaño y la síntesis del suyo. El inicio del ciclo menstrual generalmente disminuye la secreción de grasa, pero su nivel incrementa en la mitad del ciclo y las lesiones acneicas se hacen más visibles.
·       Factores infecciosos: Los agentes bacterianos más frecuentemente encontrados en las lesiones acneicas son: el Propionibacterium acnes (con el que se ha realizado el estudio), el Corynebacterium acnes y el Staphylococcus epidermidis. Todos estas bacterias son productores de una lipasa  que hidroliza los triglicéridos de su en ácidos grasos, potentes irritantes del canal folicular, causando inflamación y puntos blancos y negros.

Patología

Durante la pubertad y en respuesta a los andrógenos producidos en mayores cantidades en esta etapa, las glándulas sebáceas que están relativamente inactivas aumentan de tamaño y se vuelven más lobuladas, lo que conlleva un aumento en la producción de sede.

Éste sale al exterior y explica el primer signo del acné: la seborrea. Su reciente
sintetizado junto con otras sustancias irritantes como el escualeno y el ácido oleico originan inflamación del canal folicular, éste responde a la inflamación.
El exceso de su forma un tapón que obstruye las paredes del folículo, éste al no poderse excretar produce más inflamación originando la más importante lesión del acné, los comedones cerrados o de cabeza blanca.
Clasificación de los diferentes tipos de acné

Existe una gran variedad de tipos de acné, pero los principales y más comunes son:

 ·        Acné juvenil: Aparece entre los diez y quince años y persiste hasta los veinte y cinco. Más tarde las lesiones desaparecen. Se manifiesta  clínicamente por puntos negros y puntos blancos aislados que pueden ser abiertos o cerrados. Su localización principal es en el rostro, sobre todo en las regiones submaxilares, en los hombros y el pecho.
·        Acné infantil: Es clínicamente similar al juvenil pero suele afectar únicamente a las mejillas. Aparece durante los primeros meses de vida y desaparece a los tres o cuatro años.
·        Acné cístico: Está caracterizado por el dominio de elementos inflamatorios profundos que acabarán formando quistes llenos de pus. Estas lesiones se alternan con los puntos blancos, los puntos negros y las pústulas superficiales. El drenaje espontáneo de los elementos císticos produce cicatrices. Su afectación es mayor que la de los anteriores, afecta el rostro, ambas caras del tórax y la nuca.
·        Acné conglobata: Es un tipo de acné grave, caracterizado por muchas lesiones nodulares dolorosas y lesiones pustulosa, acompañado de muchas pápulas pequeñas y pústulas
·        Acné fulminante: Este tipo de acné también es grave y es similar al conglobata, pero de forma más extrema. Es una variedad muy agresiva de acné que se caracteriza por la presencia de lesiones altamente inflamatorias y muy numerosas, distribuidas por la parte superior del pecho y de la espalda, con posible afectación de la cara. Se forman placas necróticas.

Existe una gran variedad de productos y tratamientos específicos para el acné que están a la venta. Es recomendable que antes de elegir cualquier tratamiento se pida la opinión de un médico, ya que el mercado se pueden encontrar una gran cantidad de tratamientos que no han sido probados científicamente. Un médico, según el grado que se presente de la enfermedad, recomendará un tipo de tratamiento u otro, incluso la combinación de más de un tratamiento a la vez. Los principales tratamientos son:

Exfoliación de la piel
La exfoliación de la piel se lleva a cabo normalmente con la aplicación de jabones exfoliantes. Los agentes exfoliantes químicos incluyen ácido salicílico  y ácido glicólico, los cuales facilitan que se produzca un desprendimiento de la capa superior de la piel, evitando así que las células muertas de la piel se combinen con el pus para bloquear los poros.

Bactericidas tópicos

La principal característica de la mayoría de los bactericidas tópicos se que contienen peróxido de benzoilo, que modera suavemente el acné. Aunque generalmente desarrolla funciones correctoras del acné hay que recordar que no todo el mundo reacciona positivamente a estos tratamientos. Actúa previniendo nuevas lesiones, ya que elimina el Propionibacterium acnes. Para obtener resultados hay que aplicar la crema o gel sobre la zona afectada diariamente, dos veces al día (uno por la mañana y otro por la noche). Se acostumbra a empezar por cremas o geles con bajas concentraciones de peróxido de benzoilo (2,5% o 5%) y dependiendo del grado de la enfermedad que se presente se puede aumentar la concentración.

A diferencia de los antibióticos, el peróxido de benzoilo tiene la ventaja de ser un fuerte oxidante, por eso no suele ofrecer resistencia. Puede tener una serie de efectos secundarios como son la sequedad de la piel, posible irritación local de la zona donde se aplica y enrojecimiento.

Antibióticos tópicos
Los antibióticos tópicos son los que se aplican externamente, como son la eritromicina , clindamicina  y tetraciclina . Estos antibióticos tienen como  objetivo inhibir el crecimiento o eliminar las bacterias que hay en los folículos bloqueados. Cabe recordar que, aunque son los productos más efectivos, todos los antibióticos sufren el riesgo de que las bacterias presenten resistencia ante éstos.

Los antibióticos tópicos se presentan en forma de cremas o geles en las que aparecen en concentraciones de entre el 1 y el 4%. El tratamiento consiste en la aplicación del producto, una o dos veces al día, sobre toda la zona afectada.
A pesar de tener la misma eficacia que los antibióticos orales, la gente suele optar por los antibióticos tópicos porque, a diferencia de los orales, casi no presentan efectos secundarios.
En todo caso podría aparecer una leve dermatitis de contacte5 que se puede controlar perfectamente dejando de utilizar el producto durante 2 ó 3 días y aplicándose algún tipo de crema con corticoides tópicos de baja potencia. Estos tratamientos son más efectivos si se combinan pm el peróxido de benzoilo.

Antibióticos vía oral

Los antibióticos vía oral utilizados en el tratamiento del acné incluyen la eritromicina y algunos antibióticos derivados de la tetraciclina. La tetraciclina que mejor se absorbe es la doxiciclina. A pesar de ser muy efectivos, los antibióticos cada vez están resultando menos útiles, debido a la resistencia  que presentan nuevas colonias de Propionibacterium acnes.

La ingesta de algunos tipos de antibióticos orales, como la tetraciclina, está contraindicada durante el embarazo y en niños menores de doce años, además hay que evitar una elevada exposición a la luz solar durante el tratamiento.
El tratamiento por vía oral se lleva a cabo durante unos 6 u 8 meses. Si después de 3 meses no se presenta ningún tipo de mejora o la afección empeora, hay que cambiar la medicación.
 
Tratamientos hormonales

Los tratamientos hormonales son básicamente los anticonceptivos y en concreto, los que llevan un componente androgénico. Este tratamiento podría aplicarse en caso de que el acné estuviera relacionado con una enfermedad llamada hiperandrogenismo. Tanto los hombres como las mujeres tienen hormonas masculinas y femeninas y se puede dar la situación que algunas mujeres presenten un exceso de hormonas masculinas como la testosterona. Este tratamiento puede reducir el efecto de la testosterona en las mujeres.
Ahora, estos tratamientos no curan el acné. Sólo detienen la manifestación del acné mientras el cuerpo está expuesto al medicamento. La idea de este tratamiento es que el acné es una enfermedad transitoria y se puede tratar
hasta que se estabilice de forma natural. Pero no siempre es tan sencillo. El acné puede llegar a cronificarse.

Retinoides externos

Se trata de un grupo de medicamentos llamados retinoides tópicos, unos derivados sintéticos de la Vitamina A, como son la tretinoína, el adapale, el tazarotè  o la isotretinoína. Los retinoides actúan durante la génesis y la muerte del folículo. Este tipo de tratamiento sólo se puede llevar a cabo con prescripción médica. De todos los tipos de retinoides el que más se usa es el isotretinoína, ya que produce menos efectos secundarios, aunque también puede causar irritación de la piel.
Retinoides vía oral

Este tratamiento consiste básicamente en reducir la secreción de su de las glándulas sebáceas. Esto se consigue mediante la administración, vía oral, de derivados sintéticos de la Vitamina A (retinoides) como la isotretinoína, durante aproximadamente un período mínimo de 4 a 6 meses.

Se ha demostrado que el isotretinoína resulta muy efectiva en el tratamiento del acné y que además también actúa disminuyendo, casi un 80% las heridas causadas por la enfermedad que presentan los pacientes con fuertes grados de acné.

Este tratamiento requiere la supervisión médica de un dermatólogo ya que, dependiendo de la persona y el grado de acné, se llevará a cabo el tratamiento durante un período de tiempo u otro. Un 25% de los pacientes que han utilizado el isotretinoína pueden recaer una vez terminado este tratamiento, en estos casos es necesario hacer un segundo tratamiento de unos 5 meses más para obtener resultados definitivos. Se recomienda que entre el primero y el segundo tratamiento se dejen pasar unos cuantos meses, proporcionando al cuerpo la oportunidad descansar del tratamiento y los posibles efectos secundarios.

Cabe mencionar que los posibles efectos secundarios de la isotretinoína vía oral son más fuertes que los de los retinoides tópicos. Los posibles efectossecundarios son: fotosensibilidad de la piel, erupciones cutáneas, resecamiento de labios y piel y lo más importante son los efectos secundarios que podría tener sobre el hígado.
Por este motivo es importante que antes del tratamiento, mientras se lleva a cabo y una vez finalizado, se hagan análisis de sangre para controlar las transaminasas. También es importante controlar el nivel de triglicéridos, que podría alterarse con el tratamiento, por eso es importante que los pacientes sigan una dieta baja en grasas mientras hacen el tratamiento.

Fotodinámica (Rayos UVA)
Durante los últimos años unos estudios llevados a cabo por los dermatólogos Yoram Harth y Alan Shalita, demostraron que aplicando luz ultravioleta (405-425nm) se puede disminuir el número de lesiones inflamatorias del acné entre un 60 y 70% durante una terapia de aproximadamente un mes.

Luz azul

La luz azul estimula una enzima bacteriana que consigue el mismo efecto que el agua oxigenada y otros peróxidos, pero que no perjudica la piel para que estos peróxidos se encuentren localizados en el interior de las bacterias.
Es un tratamiento nuevo e inofensivo, no provoca efectos secundarios.
Sobre todo es efectivo para gente que padece un grado moderado de acné.
Algunos estudios han demostrado que dos sesiones de esta terapia con luz azul
durante 15 minutos por sesión produjeron una reducción de un 60% del acné al 80% de los pacientes.