Que es la hipoglicemia

Este término indica una disminución exagerada de la concentración de glucosa en la sangre (en general, menos de 50 - 60 mg/100 ml) que provoca una captación insuficiente de esta sustancia por el cerebro, del que es el principal carburante, y en consecuencia origina una deficiencia en su funcionamiento. Es la complicación aguda más frecuente de la persona con diabetes.

Los síntomas de la hipoglucemia suelen aparecer en pocos minutos en una persona que previamente estaba bien. Esta característica permite diferenciar con claridad la hipoglucemia de las otras complicaciones agudas como la cetosis. Aunque los síntomas pueden variar de una persona a otra, por lo general cada una presenta los mismos síntomas cada vez.
Por un desequilibrio entre los tres factores que regulan la glucemia en el diabético: la dosis de insulina, la alimentación y el ejercicio físico.

Dosis excesiva de insulina
Si la dosis de insulina inyectada ha sido demasiado alta, la glucosa es captada preferentemente por otros órganos (musculatura, hígado, riñón, etc.) y el flujo de sangre cuando llega al cerebro tiene una concentración baja de glucosa. El cerebro, por tanto, capta poca cantidad de su carburante preferido, la glucosa, y empieza a funcionar mal.

El cerebro requiere siempre una aportación continua y adecuada de glucosa.

Ejercicio físico intenso
En esta situación y habiendo una cantidad adecuada de insulina, la musculatura que está trabajando retiene casi todo el azúcar y no llega suficiente al cerebro. Esta captación exagerada de glucosa por los músculos puede continuar algunas horas después de haber cesado el ejercicio si éste ha sido intenso y prolongado.

Falta de carbohidratos en la alimentación
Si no se ingieren suficientes carbohidratos en la alimentación y la cantidad de insulina inyectada es la misma, no hay suficiente glucosa para todos los tejidos y el cerebro sufre esta falta de carburante, que se nota con las manifestaciones que ya se han reseñado.

Los mecanismos que tiene el cuerpo para hacer subir la glucemia se traducen en la producción de una serie de sustancias que pasan a la sangre y que se denominan hormonas de contra regulación: la adrenalina y el glucagón. Ambas hormonas desmenuzan el glucógeno del hígado (que es la manera como el organismo acumula o almacena el azúcar) y se produce glucosa que pasa a la sangre y aumenta rápidamente la glucemia.
Muchas hipoglucemias se resuelven, pues, espontáneamente ya que en general el mecanismo es muy eficiente. Es preciso por ello que el hígado tenga una buena reserva de glucógeno. Con una alimentación adecuada, después de las comidas la insulina favorece la captación de glucosa por el hígado y, de rebote, la formación de la reserva de glucógeno.

A veces, sin embargo, los mecanismos no son suficientes y aparecen las manifestaciones clínicas de la hipoglucemia. Es entonces cuando es necesaria una actuación urgente.
Ante los primero signos, toda hipoglucemia hay que tratarla activamente con azúcar. Sea con agua con azúcar (una cucharada o tres terrones), zumos de fruta (150 ml) o bebidas refrescantes azucaradas que no sean light como colas, naranjadas, limonadas. También se puede ingerir fruta entera, galletas, pan o leche con azúcar.

Debe tenerse presente, sin embargo, que algunas manifestaciones como el dolor de cabeza, la somnolencia u otros pueden sufrir sin que obligatoriamente sean causadas por la hipoglucemia.
El tratamiento dependerá del horario de presentación y de las manifestaciones iniciales. Si se produce poco tiempo antes de una comida (almuerzo, cena, etc.) Se puede empezar por la fruta y avanzar la comida que ya estaba preparado (siempre que el primer plato tenga féculas o legumbres).

Si se produce entre las comidas o por la noche y los síntomas son discretos, puede solucionarse con bebidas sin una gran concentración de azúcar: un vaso de leche, leche con galletas, etc. Si no mejora, hay que administrar rápidamente algún tipo de preparados de zumo de fruta con alta concentración natural de azúcar (naranja, melocotón, uva).
Si se produce durante un ejercicio físico, es necesario pararlo inmediatamente y tomar zumos de fruta ya que estas hipoglucemias suelen ser muy intensas. Luego, se deben ingerir azúcares de absorción lenta o una mezcla de los dos (tostadas con mermelada). Es necesaria una vigilancia estricta en las horas posteriores porque puede reproducirse.

Si se observan signos de obnubilación y pérdida progresiva del reflejo de la deglución, nunca se debe forzar la administración de jugos por la boca ya que el diabético puede atragantarse y se podría ahogar.
En este caso hay que inyectar rápidamente por vía subcutánea o intramuscular una botella de glucagón de 1 mg. El diabético debe tener siempre una botella de glucagón a su alcance.

Tras estas medidas vendrán probablemente unas horas de hiperglucemia
transitoria (rebote) con glucosuria que no nos deben preocupar. La glucemia
estabilizará lentamente.
¿Qué debemos hacer si se presenta "la hipo"?

1. Comer hidratos de carbono de rápida absorción: azúcar, zumos de fruta, bebidas azucaradas.
2. Inmediatamente después comeremos hidratos de carbono de absorción lenta: galletas, pan.

3. En tercer lugar, comprobaremos la glucemia que tenemos en la sangre.
4. Si se perdiera el conocimiento, se administrará una botella de glucagón subcutánea o intramuscular.