La alimentación equilibrada es la que nos aporta todos los nutrientes que
nuestro cuerpo necesita. Es una
alimentación sin carencias nutritivas ni desequilibrios calóricos que pueden
producir alteraciones en el peso corporal (estar demasiado delgado o tener
sobrepeso) y en la salud en general. Por este motivo, la dieta cotidiana debe
contener la máxima variedad posible de alimentos, para garantirnos una
aportación de nutrientes que evite posibles carencias.
Nuestro organismo necesita. Tenemos que conseguir que
la alimentación haya productos
de origen y de grupos alimentarios diferentes:
·
Frutas
·
Verduras y
hortalizas
·
Leche y
derivados
·
Carnes
·
Pescado y
marisco
·
Huevos
·
Legumbres
·
Cereales
·
Frutos secos ..
Si
la alimentación es variada, la vitamina, el mineral o la proteína que falte en algún
alimento, nos lo aportará otro, y así podremos conseguir el equilibrio nutricional necesario. Los
requerimientos nutricionales y energéticos dependen de la edad. No tiene las mismas necesidades un adolescente que
una persona mayor sedentaria, una mujer embarazada o un deportista profesional.
Nutrientes
Nutrientes
La
dieta de los niños no sólo a estar orientada a suministrar una alimentación
más sana para reducir el riesgo de sobrepeso y controlar hábitos alimentarios
poco saludables, sino que también debe asegurar que los niños reciban los
nutrientes necesarios. El nutrientes
son indispensables para el organismo y la forma de obtenerlos es la
alimentación. Hay
seis tipos de nutrientes: hidratos de carbono o glúcidos, proteínas, grasas,
vitaminas, minerales y agua.
Estos
son necesarios para aprender, crecer, concentrarse y desarrollarse física, emocional e
intelectualmente. Son
un factor decisivo para lograr un estado
de salud y un ritmo de crecimiento y desarrollo óptimos. A la vez, representa
un papel importante en la prevención de enfermedades en la edad adulta, entre
las que cabe mencionar la hipertensión arterial, la obesidad o las enfermedades
cardiovasculares.
¿Qué diferencia
hay entre alimentación y nutrición?
Unos
de los conceptos que la gente tiende más a confundir son alimentación y nutrición. Estos
tienen condicionantes diferentes, la alimentación es una actividad externa al organismo, mientras que
la nutrición es interna. La
alimentación la podemos definir como el conjunto de actividades por las cuales
tomamos los alimentos y estos se introducen en el cuerpo. Es consciente y
voluntaria y por lo tanto es susceptible de ser educada. Por
otra parte, la nutrición es el conjunto de transformaciones que experimentan
los alimentos que tomamos dentro del cuerpo y que éste utiliza.
Estas
transformaciones son necesarias para que los nutrientes puedan entrar en el
interior de todas las células y para poder obtener la energía necesaria para
vivir, así como la materia para crecer.
Y qué diferencia hay
entre alimento y nutriente?
Pues,
los alimentos son todas las sustancias que ingerimos. En cambio, los nutrientes
son las sustancias básicas que necesitamos para constituirnos y subsistir,
y se obtienen a través de la alimentación.
Clasificación de los nutrientes:
Los
nutrientes los podemos clasificar en macronutrientes y en micronutrientes. Los primeros se llaman así porque los podemos encontrar en grandes
proporciones en los alimentos y además nuestro cuerpo los necesita en
cantidades mayores. Estos son los hidratos de
carbono, las grasas y las proteínas. Por
otro lado, los micronutrientes se encuentran en pequeñas cantidades en los
alimentos, este grupo lo forman las vitaminas y los minerales.
Los
nutrientes también los podemos clasificar, sin tener en cuenta si son micronutrientes
o macronutrientes, en esenciales y no esenciales. Los esenciales son aquellos que nuestro cuerpo no es
capaz de sintetizar, como las vitaminas o los minerales. Y los no
esenciales son los que pueden ser sintetizados por el organismo a partir de
otros nutrientes.
Los requerimientos nutritivos más esenciales
Los requerimientos nutritivos más esenciales
Es
muy importante cubrir los requerimientos nutritivos que garantizan el crecimiento
y desarrollo, mantienen el organismo y sus funciones y permiten la
actividad física y mental. Los requerimientos
nutritivos hacen referencia tanto los nutrientes como la energía que éstos
aportan.
- Necesidades de energía
Nuestro
organismo no podría moverse, ni pensar, ni tampoco podría llevar a cabo
funciones tan básicas como el mantenimiento de la temperatura corporal o
el proceso digestivo si no fuera gracias al suministro de energía. Todas las reacciones
de formación gastan energía, por lo tanto, el niño tiene un gasto
energético extra necesaria para permitir la síntesis y el crecimiento de tejidos.
La energía se
obtiene, como ya se ha dicho antes, los nutrientes. Exactamente de tres tipos de nutrientes: hidratos de
carbono, proteínas y grasas. Se mide en kilocalorías
(kcal), los dos primeros nutrientes mencionados aportan cada unas 4 kcal por
gramo, mientras que las grasas aportan 9. Popularmente se habla de calorías para
abreviar, en lugar de kilocalorías.
No hay que olvidar que, para una misma edad ya igualdad de sexo, hay niños
que
pueden estar poco desarrollados o todo lo contrario, con lo que las
necesidades energéticas varían mucho. La aportación energética inadecuada, tanto por defecto como por exceso, tiene consecuencias negativas en el crecimiento. En el primer caso, la falta de energía puede provocar un retraso en el crecimiento.
necesidades energéticas varían mucho. La aportación energética inadecuada, tanto por defecto como por exceso, tiene consecuencias negativas en el crecimiento. En el primer caso, la falta de energía puede provocar un retraso en el crecimiento.
En cambio, en el
segundo caso, el exceso energético hace que el cuerpo aumente las reservas en
forma de grasa, de modo que se acelera el crecimiento (sobre todo la maduración
ósea), y llega antes a la pubertad.
- Hidratos de carbono o glúcidos
Los
hidratos de carbono o glúcidos son la fuente principal de energía para nuestro
cuerpo.
Y por este
motivo, su función principal es proporcionar energía a las células
de nuestro organismo, para que así éstas puedan llevar a cabo las sus
funciones. Mediante la
digestión, los hidratos de carbono se descomponen en partículas más pequeñas, y
estas en otras más pequeñas, fina llegar a un compuesto llamado glucosa. La glucosa, un tipo de azúcar, constituye el
alimento principal de nuestras células.
Se pueden
clasificar en dos tipos, simples y complejos. La diferencia entre estos
la encontramos en el tiempo que nuestro organismo tarda en digerirlos. Es
decir, las unidades de glucosa con las que las células de nuestro cuerpo alimentan
están unidas formando una cadena, cuanto más larga sea esta
cadena, más tardará nuestro organismo (mediante la digestión) en separar
estos enlaces para que las unidades de glucosa puedan ser utilizadas por las células.
Los
hidratos de carbono simples están formados por una o dos unidades de glucosa. Como son cadenas muy cortas, nuestro organismo las rompe rápidamente
y la glucosa entra a la sangre en muy pocos minutos. Y para que todo
este azúcar no se quede en la sangre, el páncreas a producir mucha insulina en
muy poco tiempo, para que las células puedan absorber. El rasgo negativo, es
que si entra más glucosa de la que las células necesitan para funcionar en las
siguientes horas, el exceso almacena en forma de grasa. Entre los hidratos de carbono
simples encontramos: los azúcar, harinas refinadas, frutas (pero no hay que
olvidar que contienen mucha fibra, vitaminas y minerales esenciales para el
desarrollo los niños), leche...
Los hidratos de carbono complejos están formados por cadenas muy largas de glucosa, por lo tanto nuestro organismo tarda más tiempo en deshacerlas. Y es por eso, que la glucosa va entrando poco a poco en la sangre, y por lo tanto el páncreas no necesita realizar una gran descarga de insulina para retirar la glucosa de la sangre, sino que la va produciendo poco a poco. Hay diferentes tipos de hidratos de carbono complejos:
·
Verduras con
fibra (alcachofas, espárragos, espinacas ...)
·
Vegetales con
fécula (patata, calabaza, boniato ...).
·
Cereales (arroz
integral, maíz, avena ...).
·
Proteínas
Las
proteínas son las moléculas que desarrollan un mayor número de funciones
en las células de todos los seres vivos. Por un lado, forman parte de
la estructura básica de los tejidos (músculos, tendones, uñas, piel...) y, por otra parte, tienen funciones metabólicas y reguladoras (asimilación de nutrientes,
transporte de oxígeno y grasas en la sangre, defensa contra infecciones....).
Éstas están
formadas por la unión de varios aminoácidos y
cada una tiene un número y una posición determinada. Existen 20 aminoácidos,
entre los cuales 8 son esenciales, es decir, que nuestro cuerpo no es
capaz de producir, y sólo los podemos obtener a través de los alimentos.
Por esto es
importante comer una dieta equilibrada, ya que nos proporciona todos los
aminoácidos que necesitamos para que las proteínas puedan hacer sus funciones
correspondientes.
Sin
el aporte proteico el crecimiento no es posible, ni tampoco el mantenimiento
de tejidos que se renuevan día a día, como la piel. Pero tampoco, no se debe caer en el error de dar exceso de
proteínas a los niños, ya que el cuerpo almacenará este exceso en forma de
grasa. Las proteínas las podemos
encontrar en alimentos como la carne, el pescado, la soja, la leche, el queso o
los huevos.
-
Grasas o lípidos
Las
grasas, junto con los hidratos de carbono, son la principal fuente de energía. Además forman
la reserva más importante de energía del cuerpo, acumulada en el tejido graso o
adiposo, situado bajo la piel y alrededor de órganos internos. Algunas
de las funciones de las grasas son, por ejemplo, la creación de compuestos que
nos ayudan a regular la presión sanguínea, la coagulación de la sangre o el
ritmo cardíaco. Existen
diferentes tipos de grasas:
-
Grasas saturadas: estas grasas dietéticamente se consideran como "Grasas
malas", ya que son los responsables de la aparición del colesterol y de muchos problemas
de circulación. La mayoría de
estas grasas se
obtienen de alimentos de origen animal (carne, leche y derivados sin desnatar como
los quesos o los yogures).
-
Grasas insaturadas: Estos se conocen como "grasas buenas" por el
papel que
ejercen en el control del colesterol y en enfermedades del corazón. Los podemos
encontrar en el aceite de oliva, el salmón, el atún, las nueces ...
-
Grasas "trans": estas grasas se crean artificialmente, mediante un proceso
que se conoce como hidrogenación. Este consiste en añadir hidrógeno en los
aceites vegetales para que sean más sólidos y no se vuelvan rancios. Estas
grasas se utilizan mucho en productos comerciales como las galletas o
"bollería", y también en productos fritos, como las patatas fritas. Esta
grasa aumenta el colesterol en la sangre y por tanto el riesgo de enfermedades
del corazón.
- Minerales
Los minerales no
aportan energía, pero son necesarios. Todos
son esenciales, es
decir nuestro organismo no es capaz de producir por sí solo y necesita adquirirlos a través
de los alimentos. Intervienen
principalmente en procesos de
regulación del metabolismo, de transmisión de las señales nerviosas o contracción del corazón
y de los músculos. También
cabe destacar su papel como componentes de estructuras corporales. Los minerales más importantes son:
- El calcio. Alimentos ricos en
calcio son: lácteos, frutos secos, peces de los que se come la espina...
- Magnesio. Se puede encontrar en el
cacao, en la soja, en los frutos secos, en los cereales integrales y en los
vegetales de hoja verde.
- Sodio. Se
puede encontrar en casi todos los alimentos, especialmente en la sal. Los embutidos, conservas, salsas, aperitivos contienen bastante
sodio.
- Hierro. El
hígado, la carne magra, las sardinas y las verduras de hoja verde
son alimentos con bastante hierro.
son alimentos con bastante hierro.
- Fósforo. Son
fuentes de fósforo las carnes, los huevos, la leche y sus derivados y los
frutos secos.
-
Vitaminas
Las
vitaminas son nutrientes reguladores de diversos procesos del metabolismo
y son indispensables para que estos se lleven a cabo. Durante la infancia la
actividad metabólica se encuentra incrementada debido al crecimiento, por eso
es importante que los niños tomen las cantidades de vitaminas necesarias.
Podemos
estar disueltas en grasas (vitaminas liposolubles) o en el agua que contiene un
alimento (vitaminas hidrosolubles). Las vitaminas liposolubles más esenciales
son:
- Vitamina A. Se
encuentra en los vegetales de hoja oscura y frutas, tales como los espinacas,
pimiento rojo, las zanahorias, el melocotón, el tomate, los huevos...
- Vitamina D. Presente en
alimentos como el salmón, el atún, alimentos que
han sido enriquecidos con esta vitamina como la leche con vitamina D.
- Vitamina E. Los aceites vegetales, los frutos secos, vegetales y frutas contienen esta vitamina.
han sido enriquecidos con esta vitamina como la leche con vitamina D.
- Vitamina E. Los aceites vegetales, los frutos secos, vegetales y frutas contienen esta vitamina.
- Vitamina K. Se
encuentra en los vegetales de hoja verde (brécol, espinacas), en la col, la
coliflor y en el aceite de soja.
Las
vitaminas hidrosolubles más destacadas son:
- Vitamina C. Esta vitamina
se encuentra en las fresas, los kiwis, la naranja, el limón, el pimiento verde,
el pomelo ...
- Tiamina
(también conocida como vitamina B1). Se puede encontrar en la carne de cerdo, los cereales integrales, las
judías, los guisantes...
- Riboflavina
(también llamada vitamina B2). Está
presente en la leche, quesos,
carnes magras, vegetales de hoja verde, nueces...
- Niacina (también conocida como vitamina B3). Se encuentra en alimentos como los productos lácteos, aves, pescados, carnes magras y huevos.
- Vitamina B12. Está presente en alimentos de origen animal como el hígado, los huevos, la leche...
- Niacina (también conocida como vitamina B3). Se encuentra en alimentos como los productos lácteos, aves, pescados, carnes magras y huevos.
- Vitamina B12. Está presente en alimentos de origen animal como el hígado, los huevos, la leche...
- Agua
El
agua constituye una proporción considerable del peso corporal, es el principal componente
del organismo. En
la infancia el agua representa el 60% del peso corporal. Todas las
células contienen agua, así como la sangre y todos los líquidos y
secreciones corporales.