Mucho se ha dicho sobre las posibilidades
que ofrece la psicología para el mejoramiento del trastorno bipolar. El trabajo
mancomunado de psiquiatras y psicólogos tienen en su poder las herramientas
para ofrecer una salida saludable a este tipo de patología. A partir de los
estudios mencionados revisados se ofrecen las siguientes medidas.
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Establecer
un perfil psicológico de los pacientes bipolares así como del entorno socio
laboral y familiar.
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Identificar
los posibles factores estresantes que permitan enfocar las estrategias hacia
riesgos ya conocidos.
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Identificar
las debilidades y fortalezas del entorno familiar y de las posibilidades del
paciente en el manejo de la patología.
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Definir
estrategias concretas acerca de posibles comorbilidades y otras entidades
nosológicas que presente el paciente y que puedan influir de manera negativa en
el proceso de abordaje psicológico de tratamiento farmacológico.
El tratamiento bipolar
históricamente respondió a un manejo puramente farmacológico. Con la llegada de
las técnicas psicológicas, se describe una revolución en cuanto al manejo
coadyuvante de varios de los conflictos a los que enfrentan los pacientes con
trastornos bipolares. Una de
ellas la psicoeducación ha constituido una gran herramienta en un amplio
sentido, ya que esta se puede combinar con otras técnicas para dar un
tratamiento integral al paciente. El hecho de que el paciente conste con
herramientas educativas, sobre su propia enfermedad así como del tratamiento
que debe llevar, ha sido de gran avance para lograr un afrontamiento positivo
en cuanto a adhesión de tratamiento, reconocimiento de recaídas y factores del
riesgo que precipitan las mismas.
La combinación con otras estrategias como la
cognitivo educativa, desde la perspectiva de la relación individuo-sociedad en
el curso de los trastornos bipolares, ha permitido a los pacientes disponer a
través de los terapeutas desarrollar mejoría en cuanto a los conflictos
emocionales que desarrolla el paciente durante la enfermedad y su afectación en
su vida social. Esta estrategia ha mostrado éxito además en el reconocimiento
de factores estresantes y reconocimiento de recaídas además de resultados
positivos en cuanto a la adhesión al tratamiento. Por su parte las TIRS aportan
beneficios en áreas como el control del sueño y el equilibrio en las rutinas
diarias que juegan también un papel significativo para una evolución favorable
de la enfermedad. Al ser el aporte de la familia, sumamente importante en el tratamiento del trastorno, las terapias
enfocadas a la familia, permiten al paciente contar con un medio positivo,
estable y además brinda herramientas a la familia para el manejo adecuado de
estos pacientes y atenuar los efectos de la carga familiar. Llevar una terapia
que englobe todos los aspectos del manejo psicosocial del paciente que presenta
un trastorno bipolar y establecer
estrategias en el ámbito personal
y familiar son algunas de la posibles medidas para una mejor evolución
de esta entidad nosológica.
RECOMENDACIONES.
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Poner el
conocimiento del psicólogo en formación todas las posibles estrategias
disponibles para el manejo de los trastornos bipolares desde una perspectiva de
la psicología.