La fitoterapia es el
tratamiento basado en las plantas medicinales enteras o en
extractos. Las plantas medicinales, o fitomedicamentos, son consumidas por la
mayoría de la población del mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS)
estima que el 80% de la población en países en vías de desarrollo utiliza plantas medicinales tradicionales como fuente primaria de medicamentos para tratar y para controlar diversas enfermedades, semejante, en los países desarrollados, el consumo de plantas medicinales, vitaminas y suplementos minerales ha aumentado de manera importante en las últimas dos décadas.
extractos. Las plantas medicinales, o fitomedicamentos, son consumidas por la
mayoría de la población del mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS)
estima que el 80% de la población en países en vías de desarrollo utiliza plantas medicinales tradicionales como fuente primaria de medicamentos para tratar y para controlar diversas enfermedades, semejante, en los países desarrollados, el consumo de plantas medicinales, vitaminas y suplementos minerales ha aumentado de manera importante en las últimas dos décadas.
A España y sobre la base de
los resultados de un estudio en el 2007 sobre el consumo de plantas
medicinales, consume una tercera parte de la población de manera habitual con
fines terapéuticos. La razón de este
aumento radica en dos razones principales:
·
Incapacidad de la medicina
convencional de curar ciertas enfermedades crónicas e incapacitantes, entonces,
muchas personas acceden a las plantas medicinales como alternativa.
Sin
embargo, los consumidores son conscientes de que no todos los productos naturales
son iguales y que natural no es sinónimo de seguridad, por ello, están
exigiendo productos de mejor calidad, más seguros y, sobre todo, que sean
eficaces.
En vista de la gran variedad
de componentes, así como de la variedad de efectos sinérgicos y actividades
antagónicas de los fitomedicamentos, hay que llevar a cabo una investigación y
un desarrollo adecuados de estos productos.
La mayor parte de la literatura
popular sobre las plantas medicinales es difícil de interpretar y sólo en
contadas excepciones, la información derivada del folclore, información
pseudocientífica y conocimiento popular sobre la seguridad y la eficacia de
muchas plantas medicinales, está impregnada de exageraciones y efectos
milagrosos imaginarios.
Sin
embargo, en los últimos años ha aumentado de manera notable el número
de estudios que muestran la efectividad de la fitoterapia con una evidencia de
moderada a alta.
Es importante que el médico de
familia conozca la efectividad de las distintas plantas en base a los resultados
aportados por ensayos clínicos controlados y metodológicamente cuidadosos, y
que conozca qué la han demostrado y para qué problema de salud y cuáles no lo
han demostrado.
Historia de la fitoterapia
Las
plantas medicinales han constituido uno de los principales remedios utilizados
desde de la antigüedad y han estado presentes, por ejemplo, en el Corpus
Hippocraticum, donde se citan 230 especies vegetales, la mayoría con una
finalidad terapéutica. En el siglo I dC, Dioscórides
describió las propiedades y la forma de uso de 600 plantas medicinales del área
mediterránea. En
los siglos posteriores, esta lista fue ampliada con la incorporación de nuevas
especies de origen africano y asiático.
En la segunda mitad del siglo XIX se creó la moderna farmacología, mayoritariamente basada en remedios de origen vegetal. El aislamiento de los alcaloides de el opio, la nicotina, la cafeína y la atropina, entre otros, y de los glucósidos de la digital facilitó la explicación entre composición química y acción en el organismo.
En la segunda mitad del siglo XIX se creó la moderna farmacología, mayoritariamente basada en remedios de origen vegetal. El aislamiento de los alcaloides de el opio, la nicotina, la cafeína y la atropina, entre otros, y de los glucósidos de la digital facilitó la explicación entre composición química y acción en el organismo.
Esto contribuyó en gran medida
en el desarrollo de la quimioterapia de síntesis, buscando la especificidad
terapéutica de los medicamentos. Entonces,
la utilización terapéutica de la fitoterapia situó en un segundo plano. Cuando se desarrollar
la industria farmacéutica en el siglo XX, la fitoterapia se convirtió casi
una medicina alternativa y sólo algunos extractos o derivados de plantas.
En
total, menos de diez-siguieron comercializándose como fármacos. Pero
en el ámbito popular nunca se ha dejado de lado la fitoterapia, sino todo lo contrario,
en los últimos años se ha producido un aumento de su consumo.
Clasificación de las formas de administración
Clasificación de las formas de administración
Las
plantas medicinales, una vez recogidas, se desecar de forma correcta antes de
envasarlas. El proceso de
desecación adecuada es importante a fin
de no alterar demasiado los principios activos de la especie. Para una administración casera, hay
colgar las plantas del techo de una habitación donde pase la corriente de aire
muy seco durante unas semanas, después se guardan en recipientes secos y
limpios. Si
no se hace así, más vale comprarlas como presentaciones farmacéuticas.
Eficacia y
seguridad de la fitoterapia
Como se comentaba
anteriormente, muchas plantas son tóxicas y es importante que los médicos de
atención primaria sepamos dar los consejos oportunos a los nuestros pacientes. No sólo es
necesaria la evaluación de su eficacia, sino también asegurar su seguridad. Con este objetivo, la OMS
mantiene un centro colaborador para la vigilancia farmacéutica internacional en
Uppsala, que se encarga del seguimiento de los medicamentos hechos con plantas.
Este centro ha desarrollado un
sistema comprensivo de identificación, confirmación y divulgación oportunas de
reacciones adversas a los medicamentos a base de plantas, tomando en
consideración la identidad y la composición exactas de estos productos.
Se encarga de supervisar y analizar los datos de seguridad y toxicidad los medicamentos convencionales ya base de plantas recogidos en más de 44 países. En cuanto a los productos fitoterápicos, la OMS recomienda el uso constante y sistemático de la nomenclatura binomial latina y de la clasificación anatomoterapéutica química para categorizar las diferentes drogas vegetales.
La meta de este centro es la
de proporcionar una supervisión más eficaz de sus reacciones adversas y
fomentar en última instancia un uso más seguro de estos productos.