Errores frecuentes de un diabetico

Estas situaciones que a continuación se detallan corresponden a preguntas o situaciones que se han encontrado a veces muchas personas con diabetes. La solución en cada caso debe ser individualizada. Las situaciones que aquí se proponen son generales. El equipo asistencial tiene la mejor solución para cada caso.

a. Error en la dosis de insulina
Ejemplo: "En lugar de ponerme 10 unidades de insulina rápida, me he puesto 14 UI."

• Si, por error, se aumenta la cantidad de insulina, esta "sobredosis" puede provocar hipoglucemias.
Para evitarlas es necesario:
• Hacer un autoanálisis para valorar la glucemia capilar.
• Aumentar la ingesta de alimentos farináceos, de fruta o de leche, durante el período en que actúa la insulina inyectada.
Si, por error, se disminuye la cantidad de insulina, esta reducción puede
provocar hiperglucemias. Para evitarlas, es necesario:
• Hacer un autoanálisis para valorar la glucemia capilar.
• Si ha pasado poco tiempo (menos de 2 horas) desde la inyección y se recuerda la dosis inyectada, se puede administrar el resto.
• Si ha pasado mucho tiempo (más de 2 horas), se reducirá la aportación de los alimentos farináceos, de fruta o de leche, durante el período en que actúa la insulina inyectada.
b. Error en el tipo de insulina

Ejemplo: "Por la noche me tengo que poner 14 unidades de insulina NPH, pero me he equivocado de pluma inyectora y me he puesto 14 UI de rápida. "
Si, por error, se administra insulina rápida (qué tiene una duración de 6 horas) en lugar de insulina NPH o lenta (que tiene una duración de 12 horas), es necesario:

• Hacer un autoanálisis y aumentar el aporte de alimentos farináceos, de fruta o de leche durante las 6 horas en que actúa esta insulina.
• Hay que ponerse en contacto con el equipo asistencial para saber qué cantidad de insulina rápida hay que añadir para cubrir las 6 horas restantes.
Si, por error, se administra insulina NPH o lenta (que tiene una duración de 12 horas) en lugar de insulina rápida (que tiene una duración 6 horas), es necesario:
• Hacer un autoanálisis y fraccionar el aporte de alimentos farináceos, de fruta o de leche.

• Conviene ponerse en contacto con el equipo asistencial para saber si hay que añadir insulina rápida ante una comida concreto para evitar hiperglucemias.

c. Olvido de ponernos la insulina
Ejemplo: Una persona acaba de cenar y recuerda que no se ha puesto la insulina.

Solución: ponerse en aquel momento. Es mejor ponerse la insulina antes de la comida, pero es mejor ponerse-la tarde que nunca. Si ha pasado poco tiempo, menos de 2 horas, se puede poner la insulina correspondiente. Si el retraso es superior a las 2 horas, se reducir la dosis de retrasada y administrar simultáneamente una dosis equivalente de rápida para corregir la hiperglucemia derivada del retraso.

d. No recordar si nos hemos puesto la insulina
Aunque parece imposible, muchas veces actuamos tan automáticamente que no recordamos si nos hemos puesto la insulina. En estos casos, es necesario:

• Hacer un autoanálisis para valorar la presencia de hiperglucemia.
• En caso de hiperglucemia manifiesta, ponerse la insulina.
• En caso de duda en la dosis, conviene ponerse en contacto con el equipo asistencial.
Si se duda, es mejor hacer controles más frecuentes que volver a ponerse la dosis.