Las personas no diabéticas tienen
un control automático de los niveles de glucemia en la sangre. El páncreas fabrica insulina, en cantidades variables,
durante las 24 horas del día, es decir, en determinadas situaciones fabrica más
insulina, por ejemplo, cuando se come, cuando se está nervioso por alguna
razón, cuando se sufre una infección como un resfriado o una gripe, etc., por
el contrario, fabrica menos insulina cuando no se come o cuando no se realiza
actividad física.
Las personas diabéticas deben
hacer un control manual de los niveles de glucemia en la sangre. El buen control de la diabetes requiere un equilibrio
adecuado entre la alimentación, la dosis de la insulina y, en su caso, la
actividad física. El páncreas de una persona con diabetes tipo 1 no fabrica
insulina y ésta se debe sustituir mediante las inyecciones diarias.
Porque el mismo paciente pueda
conocer de una manera cómoda y sencilla en su domicilio, lugar de trabajo, etc., qué efecto tiene sobre el
nivel de la glucemia la insulina inyectada, la ingesta de alimentos ricos en
hidratos de carbono o el ejercicio físico realizado, necesita valorar la
glucemia con frecuencia (autoanálisis) y aprender a utilizar esta información
para poder hacer pequeños cambios en la pauta de tratamiento (autocontrol).
El primer paso es desarrollar correctamente las técnicas de la administración
de la insulina y el autoanálisis. Los consejos siguientes pretenden ayudar a
realizar de forma eficaz y, a la vez, minimizar los posibles inconvenientes.
Si el páncreas no segrega insulina o en segrega poca, debemos asegurar el aporte de insulina desde el exterior. Por ahora, la única forma de asegurar la acción de la insulina es inyectando, puesto que ingerida por vía digestiva sería deastruida en el estómago.
Si el páncreas no segrega insulina o en segrega poca, debemos asegurar el aporte de insulina desde el exterior. Por ahora, la única forma de asegurar la acción de la insulina es inyectando, puesto que ingerida por vía digestiva sería deastruida en el estómago.
A nadie gusta tener que pinchar,
pero hay personas a las que da más miedo. Muchas veces ese miedo no tiene
fundamento porque todavía no se han pinchado nunca. Es miedo de lo desconocido.
Otras veces es porque se han hecho daño con un pinchazo en concreto. Hay que
aprender a hacerlo.
Algunas zonas de la barriga y de
los muslos hacen menos daño que otras, pero si se pincha siempre en el mismo
lugar pueden aparecer fácilmente lipodistrofias (alteraciones de la grasa
subcutánea) y la insulina se puede absorber de manera diferente.
Si se clava la aguja rápidamente
se siente menos el pinchazo. Sin embargo, hay muchas personas que prefieren
hacerlo poco a poco. Para hacer una correcta administración de la insulina
debemos tener en cuenta:
a. Higiene: No hace falta desinfectar con alcohol la piel de la zona donde se realizará el pinchazo, pero sí es importante tener una buena higiene corporal y lavarse las manos antes de ponerse la insulina.
a. Higiene: No hace falta desinfectar con alcohol la piel de la zona donde se realizará el pinchazo, pero sí es importante tener una buena higiene corporal y lavarse las manos antes de ponerse la insulina.
Si utiliza alcohol, dejar evaporar
antes de pinchar, si no, el pinchazo puede hacer más daño.
b. Espesor del tejido subcutáneo: La
insulina se debe administrar al tejido subcutáneo y, lentamente, irá pasando a
la sangre para iniciar la acción.
c. Zonas de inyección: Las zonas del cuerpo más indicadas para inyectar la insulina son los brazos, el abdomen, los muslos y las nalgas.
c. Zonas de inyección: Las zonas del cuerpo más indicadas para inyectar la insulina son los brazos, el abdomen, los muslos y las nalgas.