En cada una de las fases del
proceso de administración de los
medicamentos en las UCI, el profesional de enfermería debe intervenir de manera
responsable. Está obligado a realizar
una serie de procederes que requieren preparación científica, técnica y ética
para que garanticen la calidad del proceso y por esta vía la seguridad del
paciente, ya que los efectos adversos de drogas son comunes en estas unidades.
A pesar de la existencia de muchos de los
principios de seguridad de larga data (como los "cinco derechos") y
nuevos mecanismos para promover la seguridad de los medicamentos, todavía hay
una brecha entre la práctica y el objetivo de la seguridad del paciente.
Es importante para el enfermero conocer la
interrelación entre los cinco elementos expuestos por Pastó-Cardona et al
en el estudio realizado y publicado en
el 2009 a cerca de la incidencia de los
errores de medicación en los procesos de utilización de los medicamentos.
En estos cinco elementos intervienen no sólo los
profesionales de enfermería, evidentemente, pero es primordial que los mismos
se sientan comprometidos con cada uno de ellos, jugando el papel que les
corresponde. Por estas razones debe contar con las habilidades técnicas
referentes a la fase de dispensación
como son el proceso de almacenamiento, recepción y devolución de
medicamentos.
En la fase de administración la preparación y
programación, cada una de ellas con normas bien definidas que permiten cumplir
con un tratamiento médico acorde con las necesidades individuales de los
pacientes y las requeridas en la identificación de riesgos y prevención de
complicaciones.
No se debe desconocer el papel del factor humano en
la atención de salud que puede ser un factor protector o debilitador en el
sistema, Scanlon et al en su estudio propone un equipo de alto rendimiento,
todos enfocados, en un solo objetivo para disminuir la incidencia de errores,
que ha sido aplicado a otros sectores del medio como la aviación con muy buenos
resultados.
La observación directa es el único método
disponible para detectar errores de la administración de medicamentos. Una
enfermera compara las órdenes del médico original con lo que se hizo por lo que
el observador debe estar bien entrenado y observa la administración del fármaco
y los registros de cada acción.
El enfermero
debe estar preparado para proteger al usuario de errores derivados de la
atención y ocasionados en el desarrollo de la labor, teniendo conocimiento
sólido de los posibles efectos secundarios y el intervalo terapéutico de la
dosis, con habilidad y destreza en la realización de las actividades derivadas
del hacer diario.