El joven diabetivo y la escuela

La diabetes no debe ser ningún inconveniente para una persona joven a la hora de desarrollar las mismas actividades que sus compañeros. Los maestros deben saber qué es la diabetes, deben conocer el problema de la hipoglucemia y la manera de solucionarla.
Es conveniente recomendar al joven diabético que no esconda su afección, por otra lado, es necesario que sus compañeros lo sepan y tengan información adecuada sobre los problemas que puedan aparecer. El joven diabético debe tener una escolarización completamente normal.
Debe practicar ejercicio físico y deporte al igual que cualquier chico o chica de su edad. Debe comer lo mismo que sus compañeros. Si se queda a comer en la escuela no deben hacerse diferencias con lo que comen sus compañeros. Los menús de la escuela deberían revisar para asegurar que no faltan hidratos de carbono.
El maestro debe saber que, en ocasiones, el niño o joven diabético puede necesitar comer, beber o bien orinar a destiempo, durante la clase. Es importante que lo pueda hacer sin impedimentos ni protagonismos. Asimismo, es necesario que los otros compañeros sepan los motivos desde el comienzo. Debe ir a las colonias, convivencias o viajes de fin de curso que se hagan, siempre que los maestros o monitores sepan reconocer la hipoglucemia
y sepan administrar el glucagón.
Es muy importante que se integre en la escuela. Para facilitarlo, hay disponible material didáctico y pedagógico. También conviene contactar con la asociación de diabéticos más cercana, donde se encontrará el asesoramiento adecuado.

Viajes y vacaciones
Las familias deben estimular y no restringir sus planes de viajes o vacaciones por tener una persona con diabetes en casa. Los adolescentes, por ejemplo, pueden efectuar sus viajes de fin de curso sin inconvenientes. Sin embargo, cuando se prepara un viaje hay que tener en cuenta:
• La duración del desplazamiento.
• La posibilidad de demoras que puedan perturbar el horario de las ingestas y / o de la administración de insulina.
• La disponibilidad de alimentación adecuada. Posibles cambios en la alimentación.
• Disponibilidad de atención médica.
• Cambios climáticos.
• Cambios en el tipo de actividad.
• Cambios en los horarios de las comidas y rutina del sueño (para los más pequeños).
Es conveniente seguir las recomendaciones pertinentes. Sobre todo en el caso de los niños o adolescentes con diabetes, es necesario que visiten a su médico unas semanas antes del viaje por:
• Recibir las vacunas oportunas, si se viaja a determinados países.
• Adecuar los controles y las dosis de insulina según las diferentes características del viaje.
• Comentar las pautas a seguir en caso de descontrol metabólico.
• Comentar la posibilidad de utilizar insulina de acción más corta.
• Preparar la documentación adecuada: Seguro médico de traslado e informe médico en el idioma adecuado (según el país donde se viaja) donde conste la pauta de insulina, los controles habituales y la alimentación.
• Insulina rápida y retardada, calculando siempre algunos frascos, cartuchos o plumas de más. Se recomienda siempre distribuirlos en el equipaje, por la posibilidad de pérdida de alguna maleta, por ejemplo.
• La insulina y el glucagón en la bolsa de mano.
• Jeringas o plumas y agujas.
• Glucagón.
• Aparato para medir la glucemia, pilas, tiras reactivas que no estén  caducadas, tanto para la determinación de glucemia como de cetonuria, si es necesario.
• Azúcar o suplemento de carbohidratos por la posibilidad de hipoglucemia.
• Agua mineral.
• Libreta de autocontrol y tarjeta de identificación "Soy diabético".
• Medicación para posibles diarreas y vómitos.