Comienzos de la medicina natural

Los primeros testigos
En 2700 aC, en China, el ejercicio terapéutico y el masaje ya eran prescritos por sacerdotes bajo un concepto mágico-religioso. La medicina hindú, los orígenes de la que se remontan al año 1800 aC, se basaba en el yoga y el uso del agua, la tierra, el aire y el sol. Por otra parte, en la medicina egipcia clásica, los médicos, que eran al mismo tiempo sacerdotes, astrónomos y artistas, concedían un gran valor a diversas medidas higiénicas, como la alimentación sana, la vestimenta adecuada, la gimnasia, el uso terapéutico de la arcilla y algunas técnicas hidroterápicas.
La medicina clásica griega
 
Hacia el 900 aC se empiezan a erigir templos dedicados a las divinidades sanadoras; estaban situados cerca de manantiales y disponían de baños, gimnasio, jardines y lugares de reposo. Los médicos están enviaban los pacientes y también iban los atletas para hacer el entrenamiento. A partir del siglo VI aC, la medicina griega deja de ser mágica y pasa a ser un saber natural por influencia de los filósofos presocráticos naturalistas, Sócrates y Platón. Pitágoras y su escuela introducen el concepto de inmediato, que quería decir «la recta ordenación del régimen de vida», que permitía regular y purificar el microcosmos del hombre en el macrocosmos. Pero la figura que hay que resaltar es la de Hipócrates (460-377 aC), considerado el padre de la medicina occidental para la
Su influencia médica posterior. Los tratados hipocráticos, escritos por los discípulos de Hipócrates durante los seis siglos posteriores a su existencia, se basan en la physis descrita en el primer capítulo. La medicina hipocrática seguía el método empírico, que va de lo general a lo particular: a cada paciente concreto debía ayudar a autocurarse su physis ya recuperar la salud, a tal fin eran importantes la alimentación vegetariana, el ejercicio físico, el reposo, la hidroterapia (por ejemplo, los baños de contraste o la arcilla), los masajes, las manipulaciones y la balneoterapia (el uso de agua fría y los baños de mar), la actividad profesional y las relaciones y normas sociales, junto con el cultivo de virtudes, como la justicia, la pureza, la belleza y la fortaleza, además se tenía en cuenta los fenómenos de la naturaleza: temperatura, viento, sol, tierra, clima, estaciones.
La medicina romana
Hay dos teorías médicas que cabe destacar. En primer lugar, la empírica de la medicina hipocrática: así, Séneca (4 aC-65 dC) indicaba que el vegetarianismo, la sencillez natural, el ejercicio físico, la modestia y la vida ascética eran importantes para la salud. Celsus, Rufus y otros médicos generalizaron la hidroterapia con finalidad recreativa y curativa. En las termas romanas se practicaban cuatro tipos de baños: los fríos, los de agua tibia, los baños calientes y los baños de vapor.
Estas instalaciones podían albergar hasta tres mil bañistas. También se generalizar los masajes, la gimnasia y los baños de mar. En segundo lugar, el racionalismo de Galeno (131-200 dC), que es el método que va de lo particular a lo general, considera la enfermedad como resultado de la influencia de los factores externos y, por tanto, debe tratarse de manera sintomática y mediante fármacos. Los tratados de Galeno, que también recogen el legado de la medicina hipocrática, van constituir el conocimiento médico europeo hasta el siglo XVI.
La medicina en la Edad Media
El mundo árabe recibió la ciencia griega clásica en el siglo VII, a partir del Imperio Bizantino. En Persia se constituyó una academia hipocrática. La literatura árabe apreciaba la capacidad curativa de la naturaleza y pensaba que la finalidad de la  terapéutica era ayudar a la fuerza propia de la persona. En el lado occidental del antiguo Imperio Romano, en los primeros tiempos de la Edad Media, la medicina se encontraba en manos de los monjes, que sobre todo utilizaban remedios farmacológicos.
La difusión de la medicina clásica llegó más tarde, concretamente en el siglo XI, gracias a la traducción del árabe al latín de las obras griegas en Salerno y Toledo. Avicena es una figura importante en la medicina ibérica de esta época, en la que se generaliza el uso de los baños públicos, en Córdoba, por ejemplo, los van llegar a haber mil. Además, se desarrolla la medicina en las universidades, como la de Bolonia y la de Montpellier, en esta última, destaca el papel del valenciano Arnau de Vilanova, que recomendaba la terapia dietética contra el uso excesivo de medicamentos común en la Edad Media.
En general, la medicina medieval fuera de los países árabes sigue el concepto galénico de la enfermedad como la afección pasiva.