Celulas madre

Las células madre son un tipo determinado de células que se caracterizan por tener la capacidad de transformarse en cualquier otro tipo de célula de cualquier tejido u órgano mediante un proceso llamado diferenciación celular. Las células madre, por lo general, no presentan una función específica, en cambio las células diferenciadas llevan a cabo determinadas actividades, ya que son específicas. Esta diferencia entre unas y otras se debe a la diferenciación celular.

Todas las células de un organismo tienen en un principio, la misma información genética y por lo tanto deberían presentar las mismas características pero proceso de diferenciación celular consiste en la manifestación de unos determinados genes en las células, por lo que según los genes que se expresan, se obtienen diferentes tipos celulares.
Las células madre son las células capaces de diferenciarse en todos o casi
todos los tipos celulares.


Potencialidad: Según su potencialidad o troncalidad, es decir, su grado de diferenciación celular en los diferentes tipos celulares, las células madre se pueden clasificar en:
Totipotentes: son tanto las células producidas en la fecundación (fusión de un ovocito y un espermatozoide) como las producidas en las primeras divisiones del cigoto. Presentan un elevado grado de diferenciación celular, y por tanto, tienen la capacidad de transformarse en cualquier tipo celular, de modo que serían capaces de generar un nuevo individuo completo organizado y estructurado.

Pluripotentes: son las células madre descendientes de las totipotentes. Presentan un grado de diferenciación celular intermedio, y por tanto, tienen la capacidad de generar todos los tipos de células de un organismo, pero no pueden generar un nuevo individuo.
Multipotentes: presentan un grado de diferenciación celular bajo ya que sólo son capaces de diferenciarse en células de la misma familia o tipo de tejido.

Unipotentes: son las que presentan un grado de diferenciación celular más bajo y por lo tanto sólo pueden diferenciarse en un determinado tipo celular.

Según la fuente de la que obtenemos las células madre, éstas se pueden clasificar en tres tipos:
Células madre embrionarias

Extraen de la masa interna del blastocisto, una fase embrionaria, esta extracción, con la tecnología actual supone la destrucción total del embrión. También se pueden obtener células madre de origen embrionario de algunos tipos de tejidos fetales.
Las células madre de origen embrionario se caracterizan por su potencial de crecimiento, porque proceden de una situación de plena actividad desenvolutiva, para generar un nuevo organismo a través de sucesivas multiplicaciones. Es posible dirigir el desarrollo de estas células de origen embrionario en un cultivo in vitro, activando su capacidad de generar diferentes tipos celulares (proceso de diferenciación celular).

El proceso de diferenciación celular no es más que un mecanismo que tiene la célula por el cual una célula no especializada es capaz de especializarse en numerosos tipos celulares.
Esto es posible porque durante la diferenciación, determinados genes son expresados ​​mientras que otros no (los llamados nada reprimidos). De esta Así, la célula diferenciada se desarrollará en estructuras específicas
al tiempo que irá adquiriendo determinadas funciones.

Proceso de diferenciación celular de las células madre embrionarias. Mediante el proceso de diferenciación celular las células madre de origen embrionario pueden diferenciarse en células hepáticas (del hígado), neuronales, epiteliales (de la piel y tejidos similares), cardíacas (del corazón), sanguíneas y otros.

Células madre adultas u órgano - específicas:
Extraen de diferentes partes de los individuos, generalmente de la médula ósea. Las células madre adultas extraídas de la médula ósea sólo pueden diferenciarse en diferentes tipos de células sanguíneas (como los eritrocitos, los linfocitos...).
Otra fuente de células madre adultas es el cordón umbilical de los bebés. En realidad, en el organismo de todos los seres vivos podemos encontrar células madre, del desarrollo embrionario y otras, encargadas de sustituir células y tejidos deteriorados o dañados.
Las células madre adultas, a pesar de que se multiplican con menor intensidad que las células madre de origen embrionario, también pueden ser cultivadas en unas condiciones en las que se puede manipular la expresión de determinados genes para que se pueda orientar su diferenciación hacia un tipo celular u otro. La mayoría de células madre adultas son multipotentes, y por tanto, se diferencian en un determinado tipo celular o tejido (del que provienen), por ejemplo, una célula madre adulta hepática (del hígado), sólo tiene la capacidad de diferenciarse en células del tejido hepático.

Actualmente, sin embargo, se está investigando un proceso llamado desdiferenciación celular, se trata del concepto antagónico a la diferenciación celular, ya que este proceso consiste en la recuperación de las capacidades de proliferación y diferenciación por parte de una célula ya diferenciada y que lleva a cabo una función específica.
Este proceso es extremadamente complejo, ya que supone una vuelta de la célula adulta a su fase embrionaria, extrapolando este concepto en los humanos, sería como intentar que una persona adulta pudiera volver a ser de nuevo un adolescente, un niño o incluso un embrión. Sin embargo, se puede aplicar la desdiferenciación celular en las células madre adultas, incrementando la potencialidad de estas células, y de esta manera se podría pasar tener células multipotentes en pluripotentes, y por tanto obtener más capacidad de diferenciación celular.

La desdiferenciación celular se puede llevar a cabo mediante complejas técnicas en el laboratorio, las más conocidas son la transferencia nuclear somática y la aplicación de varias sustancias (proteínas, glúcidos...) capaces de provocar la desdiferenciación de las células.