El cáncer es un conjunto de
diferentes enfermedades (más de 200 diferentes), pero con una característica común
que consiste en el desarrollo, división y propagación de sus células aberrantes
(anormales) de manera totalmente descontrolada, produciendo tumores que pueden
expandirse y llegar a invadir órganos vitales, causando la muerte del individuo
afectado por la enfermedad.
Las células son las unidades
vitales que componen todos los organismos. Éstas se pueden dividir, originando nuevas células, cuando el cuerpo lo
necesita. A veces sin embargo, sucede que las células se empiezan a dividir de manera descontrolada y sin pausa, de modo que están en fase de mitosis (división celular) la mayor parte del tiempo, originando nuevas células, llamadas aberrantes, porque estas también tienen una elevada capacidad de proliferació, es
decir, de dividirse.
Normalmente, las células
aberrantes o dañadas son eliminadas por apoptosi(Muerte celular), por el contrario, las células cancerígenas evitan la
apoptosis de modo que pueden seguir dividiéndose incesantemente. El conjunto de
células aberrantes que están en continua división, termina formando una masa anómalo que recibe el nombre de tumor. Existen dos tipos de tumores celulares
según si la masa de células aberrantes expande o no.
Tipos de tumores celulares:
Tipos de tumores celulares:
• Tumores benignos: se forman a
partir de una única célula, que ha sufrido una serie de mutaciones (cambios en su ADN), y que el dividirse ha ido
traspasando estas mutaciones en sus células hijas. Estas nuevas células también se han ido dividiendo hasta formar una
masa de células tumorales que queda rodeada por una membrana celular, llamada
membrana de contención que evita que este tumor se expanda y llegue a invadir otros partes del
organismo.
Por tanto, el tumor queda
localizado en una zona y se puede extirpar mediante la cirugía. Si se extirpa
con éxito y de manera completa, no suelen aparecer más células tumorales capaces
de volver a formar un nuevo tumor en la zona. Por tanto, los tumores benignos
no son cancerosos, siempre que se extirpa.
• Tumores malignos: de la misma
manera que los tumores benignos, los tumores malignos también se forman a partir de una única célula que ha sufrido una serie de mutaciones, y que al dividirse ha ido traspasando estas mutaciones en sus células hijas. Estas nuevas células también
se han ido dividiendo hasta formar una masa de células aberrantes (el tumor),
con la diferencia de que esta masa no está rodeada por una membrana de contención,
de modo que el tumor no para de crecer y expandirse.
Las células cancerosas del tumor, pueden separarse de ese y viajar a través del sistema circulatorio e invadir otros tejidos y órganos del cuerpo, lo que se llama metástasis, y del que trataré más adelante. Los tumores malignos son el origen de los cánceres.
Las células cancerosas del tumor, pueden separarse de ese y viajar a través del sistema circulatorio e invadir otros tejidos y órganos del cuerpo, lo que se llama metástasis, y del que trataré más adelante. Los tumores malignos son el origen de los cánceres.
Características del crecimiento
tumoral:
• Acelerado: ya que se encuentran
en constante ciclo celular (mitosis).
• Descontrolado: ya que no
responde a varios factores de crecimiento de las células.
• Autónomo: el proceso de división celular no depende en ningún aspecto, de las células que rodean el tumor. Escapa al sistema inmunitario, ya que este reconoce las células tumorales como propias y no hace nada para eliminarlas.
• Inhibición de los procesos de muerte: es decir, las células tumorales no entran nunca en muerte celular programada (apoptosis).
• Autónomo: el proceso de división celular no depende en ningún aspecto, de las células que rodean el tumor. Escapa al sistema inmunitario, ya que este reconoce las células tumorales como propias y no hace nada para eliminarlas.
• Inhibición de los procesos de muerte: es decir, las células tumorales no entran nunca en muerte celular programada (apoptosis).