Debido a
que la administración de medicamentos es un proceso multidisciplinario, es
importante que todos los miembros del equipo de la UCI (incluidos los pacientes
y las familias) participar en las actividades de mejora de procesos. ¿Qué
intervenciones pueden contribuir para evitar
errores y eventos adversos?
Los estudios han documentado que un enfoque
multidisciplinario a la atención tiene un efecto positivo en los resultados del
paciente. Se han demostrado mejores resultados en las UCI, con un alto grado de
interacción y coordinación.
Los métodos actuales de la prestación de cuidados se
basan en gran medida de la intervención humana de los incidentes que puede
hacer daño al paciente, en lugar de utilizar las estructuras y procesos que de
forma sistemática tienden a reducir la ocurrencia de situaciones peligrosas.
Los pacientes de alto riesgo en entornos de alto
riesgo, tales como unidades de cuidados intensivos requieren mecanismos que
pueden ayudar a identificar factores de riesgo y alerta. Incluso el propio
paciente en dependencia de su estado puede reportar cualquier manifestación que
nos indique el comienzo de un evento adverso medicamentoso.
Los métodos tradicionales se han centrado en la
identificación de los errores médicos y los errores individuales, es decir, el
error humano, en oposición a la identificación de los problemas del sistema que
permiten que los eventos adversos que se produzca.
En relación
con los medicamentos, en la unidad de
cuidados intensivos, deben tener una forma
presentación que permita
identificarlos por el color del ámpula, bulbo o cualquier otro tipo de
presentación y el rotulado, si se tiene
en cuenta que en estas unidades se presentan situaciones donde debe actuarse
con rapidez, por ejemplo si se
encuentran dos medicamentos de ampolla oscura, con las mismas y colores y
además con nombre similar pueden generarse errores, de medicación en las etapas de dispensación y
administración pero también se observa que en otras etapas del proceso hay
riesgo de ocurrencia de incidentes como lo prescribe Pasto et al en su estudio de incidencia de error en los
proceso de utilización del medicamento..
Es un reto asumido, por algunas instituciones, la consecución de
tecnologías que permiten, la disminución de estos incidentes, como la
adquisición de bombas inteligentes, las cuales garantizan la infusión de un
medicamento en un tiempo determinado y en dosis ordenada, sobre todo para
medicamentos de alta alerta como los electrolitos y los medicamentos
vasopresores.
Una bomba inteligente es un dispositivo con un ordenador
incorporado, cada fabricante de las bombas inteligentes tiene una única versión
de un programa de software de seguridad que se adquiere con el dispositivo.
Los errores más frecuentes
de medicación están relacionado con la administración intravenosa como lo
muestra Kane-Gill et al en su estudio, aunque hay un control a través de
códigos de barras, bombas inteligente por
la vía intravenosa (IV) y la tecnología se ha implementado en las UCI, y
a pesar de otras intervenciones, los errores de medicación se siguen
produciendo.
El estudio más
reciente encontrado se utilizó un diseño retrospectivo para
evaluar la eficacia de las bombas inteligentes en la prevención de errores de
medicación. Los investigadores identificaron 100 errores de medicación prevenibles.
De estos, 50% fueron infusiones continuas y el 40% fueron las dosis en bolo. El
cincuenta por ciento de los errores ocurridos durante el pedido, el 14% durante
la administración inicial de la droga, y 35% durante el seguimiento. También se
informó, sin embargo, que sólo el 4% del total de los errores podría haber sido
interceptado por una bomba inteligente.
La
tecnología trae consigo sus propios errores,
pero quien da ese poder de análisis es el profesional a la cabecera del
paciente, que tiene capacidad de resolución de problemas y enfrentamiento
eficaz a situaciones de estrés, es posible concluir que la maquina no piensa y
que por sí sola es una herramienta útil si se toma el tiempo necesario para
capacitarse sobre el proceso operativo del dispositivo y se analiza a la luz
del conocimiento las ordenes a ejecutar.
Los sistemas de información son tecnologías
adaptadas al medio sanitario para el manejo de medicamentos que ayudan en la
aplicación de la atención y toma de decisiones clínicas. Hay otras tecnologías
en boga, usadas para mejorar la seguridad del paciente como el sistema de
prescripción electrónica PEA, del cual realizaron un estudio que muestra que
los sistemas informatizados, tienen el mayor impacto en la reducción de errores
de medicación, con reducciones informadas de error del 55-83%.
Se
garantiza con el PEA la orden legible y completa, incluyendo toda la
información necesaria, como la dosis, la vía y forma de dosificación, la comprobación de problemas tales como
alergias a los medicamentos y las interacciones fármaco-fármaco, ya que el
sistema tiene un alerta que se activa cuando hay interacciones medicamentosas
en la orden o al cruzar la información con el laboratorio el cálculo de la
dosis esta desajustado con los resultados de función renal.
Estas
estructuras y procesos que constituyen acciones facilitadoras en la
administración de medicamentos deben ser desarrolladas por el personal de
enfermería, enfermeros administrativos y responsables del sistema de salud para disminuir al mínimo los eventos adversos.