Cuando un individuo sufre una infección por Mycobacterium tuberculosis (MT), por un
micobacteria atípico o ambiental (MA), o bien ha recibido una vacuna BCG,
desarrolla una hipersensibilidad al
micobacteria que se detecta por la PT. (3) (17)
El resultado de la PT es valorable cuando se obtiene una induración en el que el
diámetro transversal al eje
del antebrazo es de 5 mm o más. Esta
respuesta de hipersensibilidad puede
ser debida a la infección por el MT
(infección tuberculosa) o por infección por micobacterias ambientales y también por
vacunación BCG. Sin embargo,
en el caso de infección por
micobacterias ambientales, el
diámetro de la induración no
suele sobrepasar los 10-12 mm, mientras que si se trata de infección tuberculosa la induración puede presentar cualquier diámetro, lo
más frecuente es de 15 mm o más
La PT puede tener como objetivo el diagnóstico de infección tuberculosa en
la práctica o clínica y en estudios epidemiológicos para conocer la prevalencia
de infección tuberculosa.
En la práctica clínica habitual: la PT se lleva a cabo para diagnosticar en
un caso concreto si existe o no infección tuberculosa y para establecer el
tratamiento correspondiente.
La PT, como cualquier test diagnóstico, tiene su sensibilidad y
especificidad que reside en el diámetro de la induración que se obtenga. Su mayor sensibilidad, o sea su capacidad para diagnosticar todos los infectados por micobacteria
tuberculosis, la tiene cuando se acepta que es positiva si el diámetro de la
induración es de 5 mm o más, ya que entre ellos estarán todos los infectados
por el MT, pero también habrá infectados por MA (falsos positivos) y su mayor
especificidad, es decir, su capacidad
para identificar todos los que no están infectados por el MT la tendrá cuando
se acepte que es negativa si el diámetro de la induración es inferior a 15 mm,
ya que entre los excluidos estarán, prácticamente, todos los infectados por MA,
y también los infectados por el MT con el diámetro de la induración inferior a
15 mm (Falsos negativos).
Cuando sea importante hacer el diagnóstico de infección tuberculosa, porque
se trata de personas que si están infectadas tienen un riesgo especial para
desarrollar la tuberculosis (inmunodeprimidos por el VIH o fármacos, personas
que en su radiografía de tórax presentan imágenes de tuberculosis antigua,
inactiva) será conveniente que la PT tenga la máxima sensibilidad (positiva a
partir de 5 mm) para no hacer falsos diagnósticos negativos y que todos los
infectados se beneficien del tratamiento preventivo.
Además de posibles infectados que se encuentren en la situación anterior,
hay otros con un riesgo de enfermar ciertamente elevado (niños menores de 4
años, Silicóticos, diabéticos, usuarios de drogas por vía parenteral...) pero
inferior que en el caso los inmunodeprimidos por el VIH o fármacos; en estos se
ha considerado conveniente que el límite de positividad se establezca en 10 mm.
Pero en la interpretación del resultado de la PT no sólo deberá tener en cuenta la sensibilidad y la especificidad de esta prueba en relación con el
diámetro de la induración que se obtenga, sino también su valor predictivo positivo
(VPP). El VPP de una prueba, que indica su utilidad, es la probabilidad de que
el individuo que la presenta positiva sea portador de la condición investigada
pues, si la prevalencia es baja, el número de verdaderos positivos es bajo, y
como que los falsos positivos no se modifican, la proporción de verdaderos positivos
disminuye y, por tanto, el VPP. En cambio, si la prevalencia es alta, el número
de verdaderos positivos también lo es, y aumenta su proporción, es decir, el
VPP.
En el caso de los contactos de enfermos tuberculosos contagiantes, como que hay una prevalencia de infección tuberculosa de hasta el 50%, y para esta
prevalencia el VPP es superior al 95% para un límite de positividad de 5 mm, en este caso, se aceptará plenamente ese umbral de positividad si, además, se tiene en cuenta que entre los contactos de enfermos tuberculosos contagiantes se
encuentran los infectados recientes que, independientemente de otra
circunstancia, son de riesgo elevado de enfermar.
Sin embargo, en algunas ocasiones se deberá aumentar la especificidad de la PT para que disminuyendo los falsos positivos aumente el VPP (aunque lo hace en menor grado que si la prevalencia es alta), a cuyo fin se establece el límite de positividad en 10 mm de diámetro para los que pertenecen a colectivos con elevada prevalencia, pero inferior que entre los contactos de enfermos tuberculosos, como puede ser en inmigrantes, usuarios de drogas por vía parenteral y personal laboral y residentes en centros de riesgo para la propagación de la tuberculosis (prisiones, centros sanitarios o sociosanitarios).
Finalmente, si el posible infectado no es de especial riesgo de enfermar ni
pertenece a ningún colectivo de elevada prevalencia de tuberculosis, será
conveniente que la PT tenga la máxima especificidad (positiva a partir de 15
mm) para que los que se indique tratamiento de la infección tuberculosa sean
verdaderos infectados, verdaderos positivos, aunque no se trate algún infectado
(falso negativo con el criterio de 15 mm) que, por otra parte, no tendría un
riesgo significativo para desarrollar la Tuberculosis.