Es el trastorno mental más frecuente que afecta al funcionamiento normal de la persona impidiendo una gestión emocional correcto y completa como consecuencia de un punto de inflexión a menudo provocado por una pérdida. La tristeza es el estado de ánimo o el síntoma que se manifiesta y que permite proporcionar al individuo un espacio necesario para vivir el duelo. Este episodio menudo acompañado de sentimientos como la culpabilidad, la falta de autoestima, la pérdida de vitalidad, desentido de vivir, los placeres y las motivaciones, aparece porque el individuo pierde la voluntad, es decir, el motor y la capacidad de reacción y actuación.
A menudo, la pérdida del bienestar físico y emocional durante un período demasiado prolongado requiere de la ayuda de un profesional o dado el caso de un tratamiento. Estudios recientes indican que la depresión encabeza y es una de las primeras causas de suicidio (más del 90% de los suicidios presentan patologías psiquiátricas, siendo la depresión, el alcohol y los trastornos esquizofrénicos y de personalidad los principales responsables).
Esta realidad, explica el Psiquiatra Dr. Mauri de San Pedro Claver - Fundación Sanitaria: "Nos tiene que hacer ver a los profesionales que la investigación debe apostar por métodos de coste - efectividad y paralelamente reforzar los programas de educación emocional desde la infancia, políticas de prevención, de asesoramiento y de seguimiento de los pacientes. Lo que no podemos hacer es reconvertir cualquier malestar en un enfermedad que dependa de fármacos para tratarla. Es necesario en primer lugar estar bien informados y aprovechar los servicios y las prestaciones que ofrece la comunidad, la responsabilidad y la recuperación no sólo dependen de los médicos, sino también de la voluntad y la predisposición de los pacientes y de el entorno.
La sociedad del bienestar ofrece un modelo ideal de vida que nos incita a la competitividad y el consumismo fuentes ineludibles de estrés e insatisfacción porque nunca tenemos suficiente. La existencia del dolor y por tanto, la necesidad de 'bienestar emocional' no tiene cabida en la sociedad actual".
FUENTE: Fundación Sanitaria