Pronóstico del carcinoma de colon y recto

La tasa de supervivencia a cinco años oscila entre un 40% y un 60%. El 71% de recurrencias aparecen dentro de los dos primeros años de tratamiento y un 90% lo hacen dentro de los siguientes cinco años. Las tasas de mortalidad presentan una distribución global muy similar a las tasas de incidencia.

En el estudio realizado por el grupo de López-Abente, en 1997 (López-Abente, 1997), la evolución de la mortalidad como consecuencia del CCR muestra un incremento anual del 1, 62% en el caso de los hombres y del 0,85% en el caso de las mujeres. La supervivencia de un paciente diagnosticado de CCR viene determinada por un conjunto de factores de pronóstico que son por un lado inherentes al comportamiento del tumor y por otro lado del huésped.

La mayoría de factores son comunes para la mayoría de tumores sólidos, pero en el caso del CCR hay unos específicos que deben tenerse más en consideración. Entre ellos destacan la localización del tumor; presencia / ausencia de sintomatología, estadio de Dukes y niveles serológicos de CEA. Otros factores pronósticos que pueden tenerse en cuenta son: edad, sexo, extensión local, tamaño, tipo histológico y grado, reacción inflamatoria peritumoral, márgenes tumorales y afectación de ganglios linfáticos.

Para el estadiaje o clasificación de la enfermedad según su extensión, tenemos diversas clasificaciones. La más utilizada por su claridad y su correspondencia con el pronóstico es la clasificación original de Dukes, modificada posteriormente por Astler y Coller.

Posteriormente, se desarrolló el sistema de estadiaje TNM (Hutter, 1986) por CCR que es más completo pero más difícil de utilizar. Este sistema de clasificación considera parámetros clínicos, radiológicos y de anatomía patológica clasificando los tumores en cuatro estadios diferentes. Este sistema nos indica la propagación del cáncer en relación a las capas afectadas de la pared de colon, recto, afectación de los nódulos linfáticos y de órganos, ya sean vecinos o situados a más distancia de el origen tumoral.

Una vez se ha identificado la categoría TNM por el paciente, esta información se combina para determinar el estadio de la enfermedad, que luego podrá utilizarse para predecir la supervivencia del paciente (O'Connell, 2004). El estadiaje de los nódulos linfáticos es el marcador pronóstico más influyente a la hora de considerar si el paciente ya está libre de enfermedad ya la hora de considerar la supervivencia global, aunque existe cierta heterogeneidad en cada estadio tumoral.

Fuente: ESTUDIO DEL GEN Sonic Hedgehog (Shh) Y DE LOS GENES DE LA FAMILIA CEACAM durante la embriogénesis DEL COLON HUMANO Y SU IMPLICACIÓN EN EL DESARROLLO DEL CÁNCER COLORRECTAL, de Rosa Artells i Prats