Celulas madre intestinales

Por definición, las células madre, presentan la capacidad de dar crecimiento a múltiples líneas celulares, estar ancladas dentro de su propio microambiente y poder realizar una división celular asimétrica. En el caso del intestino, las células madre residen en la base de las criptas de Lieberkühn o en zonas muy próximas, ya partir de ahí, estas células pueden proliferar, migrar y diferenciarse hacia el lumen intestinal.

Una de las células madre primitivas es seleccionada durante el proceso de desarrollo de las criptas y puebla cada cripta madura. Antes de volverse quiescente, esta célula madre sufre una división asimétrica. Las células madre intestinales presentan mecanismos para proteger su contenido de DNA original en presencia de agentes que puedan causar algún daño.

Potts y colaboradores, (Potter, 2002); sugirieron que esta división asimétrica de las células madre presenta por un lado una segregación del ADN original para renovarse a sí misma (autorenovación) y una segregación del ADN sintetizado de novo hacia las células hijas. De esta manera, cualquier error que pueda producirse durante la replicación, será segregado hacia las células hijas protegiendo de esta manera el DNA presente en la célula madre original (Marshman, 2002).

Por último, la nueva población de células producida, mantiene las propiedades de las células madre y es la responsable de poblar las criptas del epitelio biliar. La habilidad de las células madre para regenerar un tejido dañado ha sido utilizada para poder estudiar sus características funcionales.

En un modelo de estudio en ratón aplicable a humanos (Potter, 1990), se han podido establecer tres categorías diferentes en en cuanto a la localización de las células madre y sus descendientes (figura 10): en la zona constante, las criptas intestinales de ratón contienen las células ancestrales ya continuación encontramos una zona de células madre regenerativas o clonogèniques que dan lugar a las células de tráfico diferenciadas (transient cells-TA) y que mantienen la capacidad de actuar como células madre en caso de que sea necesario.

En tercer lugar, encontramos una zona que contiene aproximadamente 20 células clonogèniques y que darán lugar a los diferentes tipos celulares intestinales. Para identificar el nicho de un tejido determinado es necesario conocer dónde se encuentran localizadas las células madre dentro de ese tejido concreto. En el caso del intestino, la situación es la siguiente: las criptas intestinales están rodeadas por un epitelio intestinal de miofibroblastos (ISEMFs).

Estas células existen como sinciti que se extiende a través de la lámina propia y que emerge en los espacios pericitals los vasos sanguíneos. Estos ISEMFs juegan un papel importantísimo en las interacciones mesénquima-epitelio. Además, los ISEMFs secretan el factor de crecimiento de los hepatocitos, el factor de crecimiento? 2 (TGF-? 2) y el factor de crecimiento de los queratinocitos (Plateroti, 1998).
 
Los ISEMFs también son esenciales para la regulación de la diferenciación de las células intestinales a través de los factores de crecimiento citados anteriormente y posiblemente, a través de factores pertenecientes a la vía de Wnt. Los mecanismos moleculares con los que las células madre multipotenciales del tracto gastrointestinal dan lugar a tipos celulares diferenciados entre sí no son demasiado conocidos, pero existe un elevado número de genes y de factores de crecimiento, que son expresados por células mesenquimales intestinales y epiteliales, que han sido identificados como reguladores del desarrollo, la proliferación, el desarrollo en edad adulta y en el desarrollo tumoral (Brittan, 2002).

Fuente: ESTUDIO DEL GEN Sonic Hedgehog (Shh) Y DE LOS GENES DE LA FAMILIA CEACAM durante la embriogénesis DEL COLON HUMANO Y SU IMPLICACIÓN EN EL DESARROLLO DEL CÁNCER COLORRECTAL, de Rosa Artells i Prats