Sistema cardiovascular


Está formado por un corazón o «bomba», un conjunto de «tuberías» (venas y arterias) y por un sistema de «Drenaje», los vasos capilares. El corazón es el órgano encargado de bombear la sangre por todo el cuerpo. Está formado por células musculares cardíacas, que son células con estructura similar a la célula muscular estriada, pero con contracción autónoma.

En el latido cardíaco intervienen dos fases alternativamente. Por un lado la diástole, que es una fase de relajación y llenado de las cavidades (aurículas y ventrículos) y por otro la sístole que es una contracción y vaciado. El sistema cardiovascular o circulatorio tiene una circulación doble y completa.

Doble, porque son dos (Arterial y venosa) y completa para que no lleguen a mezclarse.

Circulación menor: la sangre venosa (rica en CO2) sale del ventrículo derecho por la arteria pulmonar (en realidad, vena). Ésta se divide hacia dos lados, uno para cada pulmón. Los pulmones se produce el intercambio de CO2 por O2, y de ahí salen sendas venas pulmonares (en realidad arterias), que llegan hasta la aurícula izquierda.

Circulación mayor: la sangre arterial (rica en O2) sale del ventrículo izquierdo por la arteria aorta. Esta se flexiona sobre sí misma (cayado aórtico) y se dirige hacia las vísceras y extremidades inferiores. Un

Otro ramal de la aorta (carotídeas y subclavia) envían sangre al cerebro y extremidades superiores. Al final de ambos recorridos se produce el intercambio gaseoso de O2 por CO2 y la sangre, ya venosa, vuelve por las venas cavas (en realidad arterias) para la aurícula derecha.

Elementos de medición

Frecuencia cardiaca: se refiere a los latidos o pulsaciones del corazón, es decir, a cada movimiento contráctil del corazón, o lo que es lo mismo, el número de latidos por unidad de tiempo. El pulso normal de reposo se sitúa entre las 50 y 100 ppm (pulsaciones por minuto), aunque en recién nacidos se sitúa en 130 ppm y va disminuyendo con la edad hasta la adolescencia. La frecuencia cardíaca máxima es la que obtiene durante el ejercicio máximo. A los 10 años obtiene la mayor frecuencia máxima 220 ppm y va disminuyendo alrededor de un latido por minuto cada año. Se suele utilizar la regla 220 - edad.

Volumen sistólico: es el volumen de sangre expulsado por el corazón en cada latido.

Gasto cardíaco: es igual al volumen sistólico multiplicado por la frecuencia cardiaca, es decir, la cantidad de sangre que el corazón bombea en cada minuto.

Tensión arterial: es la presión que ejerce la sangre sobre las paredes de las arterias y dependerá del gasto cardíaco y de la resistencia de las arterias. Se mide la tensión máxima o sistólica y la mínima o diastólica. La hipertensión arterial es una condición médica que se caracteriza por una elevación persistente de la presión arterial, por encima de los 140/90 mm Hg.

Electrocardiograma: mediante esta prueba se mide la actividad eléctrica del corazón y se refleja posteriormente en un gráfico. Muchas enfermedades cardíacas alteran esta actividad eléctrica, produciendo modificaciones de los patrones electrocardiográficos normales.

Adaptaciones cardíacas

Gracias al ejercicio físico se consiguen las siguientes adaptaciones cardíacas:
Bradicardia, es decir, disminución de la frecuencia cardiaca de reposo.

Aumenta el volumen sistólico y, por tanto, el gasto cardíaco es menor.

Hipertrofia del ventrículo izquierdo.

Reducción de la tensión arterial.

Mayor flujo sanguíneo hacia los músculos que trabajan.

Aumento del número de capilares sanguíneos.

Mejor respuesta cardiaca ante situaciones de estrés.

Corazón más eficiente y duradero.