Seguimiento de la progresion de la dilatacion


Tactos vaginales

El número de contactos debe ser el mínimo que permita valorar con seguridad la progresión del parto. En general, son necesarias al menos una exploración al ingreso, una vez que se haya roto la bolsa de las aguas, y después con la frecuencia suficiente para poder valorar la progresión del parto.

En cada tacto vaginal hay que valorar:

• La cérvix (consistencia, posición, longitud y dilatación)

• La presentación (actitud, posición, variedad y altura)

El resultado de esta exploración debe ser anotado el partograma. Esto permite detectar anomalías en la progresión clínica normal del parto.

Dinámica uterina


Consideremos una dinámica uterina adecuada cuando permite la progresión del parto sin efectos adversos en la madre o en el hijo. El control de la dinámica se puede hacer manualmente o con un registro tocográfica externo o interno, intermitente o continuo.

Si se hace control manual o registro cardiotocográfico externo, como que no se podrá evaluar la intensidad de las contracciones se deberá valorar su duración (inferior a 60 segundos) y la relajación clínicamente entre contracciones.

Constantes de la mujer

Control regular de temperatura, pulso y tensión arterial (TA). El pulso y la TA se medirán en períodos intercontráctiles.

Rotura de la bolsa amniótica


• Amniorrexi espontánea

Después de una amniorrexi espontánea es conveniente hacer un tacto vaginal para valorar la dilatación cervical y la altura de la presentación y para comprobar que no se haya producido un prolapso de cordón umbilical. Es necesario también auscultar la FCF y valorar el color del líquido amniótico. La presencia de meconio obliga a reevaluar el bienestar fetal.

En presentaciones podálicas no tiene el mismo significado, ya que la compresión del abdomen fetal durante el encaje produce meconio de manera casi constante, pero hay que estar atento a la FCF.

• amniotomía electiva

El amniotomía electiva se puede considerar como una medida para acelerar el parto (estimula la frecuencia y la coordinación de las contracciones uterinas y facilita el descenso de la presentación).

Es necesaria cuando se quiere hacer un registro cardiotocográfico interno. El momento ideal para practicar la está en fase activa de dilatación y con la presentación encajada en la pelvis, para evitar un prolapso del cordón.

Fuera de estas indicaciones, se recomienda respetar la integridad de las membranas hasta su ruptura espontánea o hasta llegar al período expulsivo.