La
alimentación equilibrada es la que nos aporta todos los nutrientes que nuestro cuerpo
necesita. Es una alimentación sin carencias nutritivas ni desequilibrios calóricos
que pueden producir alteraciones en el peso corporal (estar demasiado delgado o
tener sobrepeso) y en la salud en general.
Por
este motivo, la dieta cotidiana debe contener la máxima variedad posible de
alimentos, para garantirnos una aportación de nutrientes que evite posibles carencias.
Hay que tener en cuenta que no hay ningún alimento que aporte todos y cada uno
de los nutrientes que el organismo necesita. Tenemos que conseguir que la alimentación haya productos de origen y de grupos alimentarios diferentes:
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Frutas
- Verduras
y hortalizas
- Leche
y derivados
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Carnes
- Pescado
y marisco
- Huevos
- Legumbres
- Cereales
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Frutos secos ...
Si la
alimentación es variada, la vitamina, el mineral o la proteína que falte en algún alimento, nos lo aportará otro, y así podremos conseguir el equilibrio nutricional necesario.
Los
requerimientos nutricionales y energéticos dependen de la edad. No tiene las
mismas necesidades un adolescente que una persona mayor sedentaria, una mujer embarazada
o un deportista profesional.
Articulo
tomado de “La epidemia del siglo XXI, Obesidad infantil” de Lidia Reynal Ruiz