La
información sobre la prevalencia de obesidad procede de diversos estudios. En
1983 se llevó a cabo el estudio sobre el bocio endémico en una muestra de la
población de todas las edades y se encontró una prevalencia de obesidad del, 5%
16; en 1989, en el estudio sobre factores de riesgo cardiovascular en la
población de más de 15 años, la prevalencia fue del 11,9% 16,49; ya el estudio de los hábitos alimentarios en personas de más de 6 años del año
1992-1993, la prevalencia fue del 11% 16,50, y en la población de 18 a 74 años
del 12,8%.
Así, se
puede decir que la prevalencia de obesidad en Cataluña se mantuvo estable en
toda la década de los años ochenta y principios de los noventa. Recientemente,
según datos preliminares procedentes de la segunda edición del Estudio sobre hábitos alimentarios en la población de más de 10
años (ENCAT 2002-2003), la prevalencia de obesidad oscilaría entre el 12 y el
16%, si bien los datos del examen de salud (2002) han estimado una prevalencia
del 17,0% en personas de 18 a 74 años.
El
incremento de la prevalencia de obesidad en la edad pediátrica, sobre todo en
niños prepúberes, ha sido motivo de análisis y preocupación en los países
desarrollados y es un tema prioritario en la agenda de salud pública de muchos
països22, 23,40. Según el estudio enKid (1998-2000) 51, la prevalencia de
obesidad en España en el grupo de 2 a 24 años fue del 13,9%, y en Cataluña del
9,5%.
Estos porcentajes
guardan similitud con los observados en la edad adulta y, por tanto, se hace
patente el hecho de que la obesidad en la infancia es un espejo de lo que
sucede en la edad adulta. Catalunya mantiene las cifras más bajas de todo el Estado, seguida de la Comunidad Balear. Las
tendencias en este colectivo, particularmente en los niños en edad prepuberal,
son al alza y de forma alarmante.
Los
factores de riesgo de la obesidad infantil identificados en el Estado español
han estado el bajo nivel socioeconómico y cultural de los padres, la presencia
de obesidad en los progenitores, la falta de lactancia materna, las horas de
televisión semanales, el sedentarismo, el bajo consumo de frutas y verduras, el elevado consumo de bollería industrial y de bebidas
refrescantes y la omisión del desayuno o un desayuno inadecuado. Estos factores
han constatado también en otras países.
En el
Documento marco para la elaboración del Plan de salut54 se fijaron objetivos de
reducción de la obesidad y el sobrepeso en la población. Aunque desconocemos
con exactitud la evolución de la prevalencia de sobrepeso y de obesidad en
estos últimos años, es seguro que estas no han disminuido, sino que han experimentado un aumento considerable.
En el
ámbito poblacional se considera55, 56 que el nivel óptimo de salud se obtiene
cuando la media de el IMC se encuentra entre 21 y 23 kg/m2 y, a nivel
individual, cuando este indicador no supera los 25 kg/m2. Individualmente se
establece el peso ideal55, 56 como aquel que tiene un IMC incluido en el intervalo
de 18,5 a 25 kg/m2.
En el
ámbito de la atención primaria, el diagnóstico de obesidad figura en el 13,1%
de las historias clínicas de la población adulta atendida. El peso y la talla
están recogidos en menos del 40% de las historias.
Articulo
tomado de Plan de salud de Cataluña-obesidad