Dar leptina a los bebés para prevenir la obesidad en adultos


Los nuevos estudios del Grupo de Investigación en Bioquímica, Biología Molecular, Nutrición y Biotecnología (Nutrigenómica) de la Universidad de las Islas Baleares demuestran que la mala alimentación de la madre durante el embarazo y los bebés durante la lactancia, puede ser la razón del desarrollo de las enfermedades derivadas del exceso de peso en la vida adulta, como la obesidad, la diabetes o la hipertensión.

Así, el riesgo de que un niño desarrolle obesidad comienza en el periodo perinatal (desde tres meses antes del nacimiento hasta un mes después) y la lactancia, cuando se establecen algunos parámetros que son clave para hacer frente al sobrepeso en el futuro.

El grupo, dirigido por el profesor Andreu Palou, hace parte del Centro de Investigación Biomédica en Red – Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn).

Este consorcio coordina la búsqueda de 27 grupos de investigación biomédica de todo el Estado del ámbito de la obesidad y la nutrición. En el marco de esta colaboración, los investigadores de la Universidad de las Islas Baleares han publicado recientemente varios estudios que señalan que la leptina puede ser una valiosa diana terapéutica contra la obesidad mediante la ingesta a través de la leche materna.

Por ello, destacan la necesidad de asegurar la lactancia materna y proponen añadir dosis fisiológicas de esta hormona, que actúa como un antídoto natural contra la obesidad, en las leches artificiales para bebés.

La leptina (del griego leptos, 'delgado') es una proteína que se descubrió en 1994. En un principio, se pensó que el único tejido que producía era el adiposo, pero ahora se sabe que también se produce en el estómago, la placenta y el epitelio mamario, por lo que está presente en la leche materna.

El equipo de Palou observó que el estómago humano produce leptina. La proteína, que estaba presente en la leche materna, de manera sorprendente, podía absorber intacta el estómago del bebé (casi todas las proteínas se destruyen en el estómago). Se sabía que el epitelio gástrico está conectado mediante nervios y sistemas hormonales con los centros cerebrales que controlan el peso corporal, por lo cosa Palou y su grupo decidieron explorar la cuestión a fondo. El grupo demostró, en animales de experimentación, que la leptina sí puede ser un valioso recurso médico contra la obesidad, pero no de la manera que se pensaba.

"La ingesta de leptina en la leche materna tiene efectos sobre los centros cerebrales del apetito y el peso corporal que se manifiestan a largo plazo: los reprograma para la vida adulta ", asegura Palou.

El grupo de investigación de la UIB también ha demostrado, en ratas recién nacidas, que complementar la lactancia con pequeñas cantidades (fisiológicas, comparables a las presentes en la leche materna) de leptina previene la obesidad durante la vida adulta y protege de otras alteraciones metabólicas
asociadas al consumo de una dieta rica en grasas, tales como la acumulación de grasa hepático.

También ha aportado indicios sólidos de la importancia de la ingesta de leptina durante la lactancia en humanos. El hecho de que la leptina esté presente en la leche materna, pero no en los preparados alimenticios ni en las leches artificiales, abre, según Palou, "nuevas vías para la prevención de la epidemia del siglo XXI". En el futuro, además de recomendar la lactancia materna siempre que sea posible, debería plantearse la posibilidad de que los preparados alimenticios contengan una cantidad suficiente de leptina, al menos durante una parte de la lactancia, que es un período crítico para que el niño pueda consolidar el sistema fisiológico de prevención de la obesidad.

Tomado de Dr. Andreu Palou. Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular
 Laboratorio de Biología Molecular, Nutrición y Biotecnología (LBNB)
Universidad de las Islas Baleares